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El caparazón de las tortugas registró los primeros símbolos de escritura china
Hu Huiping (izquierda) y Zhao Aixue trabajan como investigadoras en la Biblioteca Nacional de China. Manejan la mayor colección de huesos con inscripciones del mundo.

El caparazón de las tortugas registró los primeros símbolos de escritura china

La UNESCO incorpora a su patrimonio inscripciones en huesos de hace 3.000 años, los caracteres chinos más antiguos conocidos
WANG KAIHAO - 09 Feb 2018 14:42

En la reciente visita a China del presidente estadounidense Donald Trump, su homólogo chino Xi Jinping le contó que "la historia de China tiene evidencias escritas desde hace 3.000 años". Los símbolos chinos más antiguos se encontraron inscritos en huesos como el caparazón de tortuga y en omóplatos de buey. Se utilizaban durante la dinastía Shang (del siglo XVI al XI a. C) para llevar registros y cuentas o en ceremonias para adivinar el futuro.

El pasado noviembre las inscripciones se incorporaron al programa del Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. "Es un hito lograr que se comprenda y promueva la esencia de la cultura tradicional china en el mundo", afirma Du Yue, director de la Comisión Nacional de China para la UNESCO. "Es un tesoro común para la humanidad".

Song Zhenhao, un historiador y miembro del comité académico de la Academia China de Ciencias Sociales, dice: "Las inscripciones óseas tienen la misma condición que el sistema de escritura utilizado hoy. Son los antepasados ​​de los caracteres chinos".

"Explorar las inscripciones nos ayudará a entender los orígenes de la filosofía y el pensamiento chinos. Contribuirá a descubrir de donde procede nuestra cultura", explica. Se han encontrado 4.400 caracteres entre las inscripciones, de los que 1.800 son reconocibles. El número crece a medida que avanza la investigación. Recientemente se han descubierto docenas de nuevos caracteres en el Museo de Shandong en Jinan y Museo de Lushun en Dalian, provincia de Liaoning.

Un trabajo minucioso

"Muchos han desaparecido y no podemos encontrar sus equivalencias en la escritura china de hoy", cuenta Song."Los que son irreconocibles se relacionan con nombres de personas, lugares y ritos". Hu Huiping, investigadora de la Biblioteca Nacional de China en Beijing: "Estamos encantados con el gesto de la UNESCO, pero el trabajo del día a día en realidad no ha cambiado". Hu se dedica a investigar, estudiar y catalogar los huesos.

Aunque terminara la universidad hace 15 años, la investigadora de 41 años afirma que se siente como una estudiante atrapada en una sala de estudio en su pequeña oficina en la biblioteca en Beijing. "Es un trabajo que implica sentarse en un banco frío. Necesitas paciencia y ser muy diligente para vencer a la soledad. Quería conocer más de la era Shang y en realidad me he dado cuenta de cómo era la vida entonces".

Inscripciones en el caparazón de una tortuga fechada en tiempos del rey Wuding (1250-1192 a. C) durante la dinastía Shang. Se halla en la Biblioteca Nacional de China. CEDIDA A CHINA DAILY

Cuando Hu puso un pie por primera vez en el sótano de la biblioteca, donde se guardaban los huesos, descubrió un gran tesoro pero sin clasificar. "Empecé a catalogarlos a partir del número 00001. Ya he clasificado casi 10.000".

La biblioteca dice que hay 35.651 huesos allí. Es el mayor depósito de estos preciosos documentos. "Es mucho más complicado que catalogar un libro. Para una sola pieza, hay que revisar archivos para asegurarse de que su explicación, tiempo, uso y contexto cultural estén debidamente registrados. Es mucho trabajo."

En 2011, una colega de Hu, Zhao Aixue, se sumó al proyecto. Son las dos únicas investigadoras a tiempo completo dedicadas a esta tarea en la biblioteca. "Durante mucho tiempo se clasificaban como reliquias culturales en lugar de documentos. Eso subestimó su importancia como historia escrita". Tras muchas discusiones académicas, los huesos se incluyeron en la lista más importante de libros y documentos antiguos de China por primera vez en 2013.

Hay alrededor de 150.000 huesos de este tipo en el mundo. Alrededor de 93.000 piezas de 11 instituciones en la parte continental de China, incluyendo la Biblioteca Nacional de China, la Academia China de Ciencias Sociales y el Museo del Palacio, han sido incluidas en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO. La Academia Sínica en Taiwán es una institución importante que alberga huesos.

Se han subido a la web de la Biblioteca Nacional de China imágenes de 3.800 fragmentos y 7.000 inscripciones de tinta en huesos.

Los investigadores se enfrentan al problema de cómo atraer a más especialistas. "Estudiar las inscripciones se ha convertido en un arte decadente", revela Song. En los ochenta éramos una veintena de académicos involucrado en este trabajo. En un proyecto de investigación reciente en Shandong solo había tres especialistas con él.

Guan Qiang, subdirector de la Administración Estatal de Patrimonio Cultural, afirma que la protección y los estudios de las inscripciones óseas se fortalecerán para evitar que se convierta en "un arte muerto".