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El germen de la civilización china
Utensilios de bronce de la dinastía Shang desenterrados en Taojiaying, a 7 kilómetros del área palaciega de Yinxu, provincia de Henan.

El germen de la civilización china

Un complejo palaciego de 60.000 metros cuadrados y un avanzado sistema de caminos. Recientes hallazgos en Yinxu desvelan nuevos datos sobre la última capital de la dinastía Shang
WANG KAIHAO - 26 Dic 2022 10:25

Casi un siglo después de que comenzaran las excavaciones en Yinxu, nuevos hallazgos están ayudando a descifrar cómo fueron las primeras etapas de la civilización china. Este yacimiento arqueológico situado en Anyang, provincia de Henan, es famoso por sus inscripciones ceremoniales realizadas en bronce y en huesos oraculares. No solo constituyen el sistema de escritura china más antiguo que se conoce, sino que la evolución de sus caracteres permite constatar que existió una continuidad en esta cultura. Desde 2006, el lugar está catalogado como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. 

Las inscripciones, que fueron sobre todo talladas en caparazones de tortuga o huesos de buey para adivinar el futuro, registrar acontecimientos o documentar la vida cotidiana, revelan que la capital de las últimas etapas de la dinastía Shang (siglo XVI-siglo XI a. C.) se encontraba en Yinxu. 

Completando el puzle

Según afirmaron los arqueólogos del yacimiento en una rueda de prensa organizada por la Administración Nacional de Patrimonio Cultural celebrada en Beijing el pasado 10 de noviembre, comparar las inscripciones de Yinxu con otros descubrimientos que se han realizado en el mismo lugar permite precisar la información que se tiene sobre la dinastía Shang. 

Según Xu Lianggao, investigador del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias Sociales de China, gracias a estos hallazgos se ha podido confirmar la ubicación de varios edificios y construcciones clave. En una zona donde se pensaba que había palacios y templos, las nuevas piezas que se han desenterrado apuntan a que, entre otros hitos arquitectónicos, allí existía un complejo real de 60.000 metros cuadrados. Incluía un lago con una isla central y canales que comunicaban con el río Huanhe. "Ahora entendemos mejor cómo estaban diseñados los palacios en Yinxu”, señala Xu. “Nuestra visión de la civilización Shang se va completando y esclareciendo”. 

También se ha descubierto una calzada de 15 metros de ancho al norte del río Huanhe y otras dos al sur del área palaciega de Yinxu, que probablemente pertenecieron a un complejo sistema de caminos. De acuerdo con Xu, las investigaciones interdisciplinares de los últimos años han permitido profundizar en la arquitectura, las creencias o la artesanía Shang, entre otros muchos campos. “Los métodos de estudio que se aplicaron previamente contribuyeron a descifrar vestigios históricos y nuestra generación recurre ahora a la arqueología para seguir documentando la dinastía Shang”, señala.

La excavación de Yinxu, que arrancó en 1928, fue uno de los primeros proyectos arqueológicos modernos dirigidos por académicos locales que se llevaron a cabo en China. Durante las décadas que siguieron, varias generaciones de importantes arqueólogos del país han perfeccionado allí su técnica.

Asentamientos en red

Los especialistas han prospectado también diversas zonas circundantes a Yinxu y es probable que algunos de los yacimientos cercanos sean incluso más antiguos, cuenta Kong Deming, investigador del Instituto de Reliquias Culturales y Arqueología de Anyang. En el yacimiento de Xindian, a unos 10 kilómetros al norte del área del palacio de Yinxu, se han descubierto desde 2020 múltiples talleres para elaborar piezas de bronce. Junto a otras muchas herramientas, los especialistas han desenterrado más de 40.000 moldes de cerámica que se utilizaban para fundir este metal.  

A unos 2,5 kilómetros de la misma zona, en el yacimiento de
Shaojiapeng, se han hallado las ruinas de tres patios. El conjunto alberga 18 viviendas y un cementerio con más de 20 tumbas y cuatro fosas funerarias, donde había enterrados carros y caballos. Para Kong, los descubrimientos amplían la imagen que se tenía del asentamiento de Yinxu y de los clanes que lo habitaban. Algunos restos parecen sugerir que la ciudad formaba parte de una red de comunicaciones, comercio y conocimiento entre civilizaciones prehistóricas mucho más extensa.    

Según Kong, las puntas de flecha de bronce y los huesos humanos localizados en un cementerio de Taojiaying, 7 kilómetros al norte de Yinxu, revelan que los nómadas fueron llegando de las praderas del norte, como las situadas en la actual Mongolia Interior. Los huesos hallados en Xindian, que pertenecen a artesanos del bronce, sugieren que podrían haber emigrado desde las regiones del sur por el río Yangtsé. Los moldes de cerámica que se han encontrado en este yacimiento coinciden con piezas de bronce desenterradas en el de Sanxingdui, en la provincia de Sichuan, a unos 1.300 kilómetros de allí. 

“La comunicación es lo que hace florecer las culturas”, asegura Xu. “Yinxu es nuestro referente para comprender mejor cómo eran otras civilizaciones del bronce de la época”.