La actuación del Coro de Voces de la Salud de Beijing sorprendió a quienes paseaban por el parque Zizhuyuan de la capital china el pasado 22 de mayo.
En este pintoresco rincón de la ciudad, salpicado de lagos, pabellones y plantaciones de bambú, los transeúntes vieron cómo un grupo de personas mayores ataviadas con vistosos colores se iba congregando a primera hora de la mañana mientras charlaba, se aclaraba la garganta y se iba colocando en círculos.
En torno a las 9.00, Yan Lanying, camarera jubilada de unos 60 años, cogió el micrófono para anunciar el inicio del concierto. Subido a un escalón, el director, Li Yongkang, agitó la batuta.
Durante dos horas, el coro interpretó más de 20 canciones en un recital que cautivó a los transeúntes. Algunos de ellos se unieron al grupo y el final de cada tema fue recibido con calurosos aplausos.
Más que ‘hobby’, terapia
Li, fundador y líder del conjunto, tiene 67 años. Cuenta que muchas personas mayores se reúnen para cantar y que los coros que se han creado por todo el país suman ya más de 10.000 miembros, en su mayoría mayores de 60. No se trata de un simple pasatiempo, puntualiza. Formar parte de un coro aporta grandes beneficios para la salud mental, emocional y social de las personas de mayor edad.
“Siempre me gustó cantar y ahora soy capaz de interpretar todas las canciones que escuché la primera vez que les vi”, relata Li Baolin, que tiene 77 años y tarda 30 minutos en llegar al parque Zizhuyuan en autobús.
“Muchas personas que llevan tiempo jubiladas se sienten solas o lidian con situaciones de pérdida y problemas de salud. El coro les ofrece un salvavidas de alegría y compañerismo”, explica Li Baolin. El director del coro, además, escoge para el repertorio canciones que el grupo conoce y aprecia.