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Hambre por contar historias
Un apicultor nepalí, colgado de un risco para acceder a un panal de abejas gigantes del Himalaya, en 'Once Upon a Bite'.

Hambre por contar historias

El director Chen Xiaoqing acaba de estrenar la segunda temporada de 'Once Upon a Bite', una espectacular serie documental en la que recorre el mundo a través de la comida.
XU FAN - 13 Jul 2020 8:28

La llamada de este periódico sorprendió a Chen Xiaoqing tomando una cerveza en Londres, después de haberse preparado un almuerzo a base de calabaza amarga con costillas, pimientos verdes fritos picantes, sopa de luffa con vieira seca y arroz con verduras en conserva. Por algo es uno los mejores narradores gastronómicos de China.

“Admito que me he vuelto un poco exigente con la comida”, confiesa este director de documentales de 54 años. Acaba de terminar la segunda temporada de Once Upon a Bite e, incluso en los períodos más estresantes de la posproducción, sacaba tiempo para cocinar aunque solo durmiera cuatro horas. “Siempre lo disfruto”, asegura.

Aunque está lejos de considerarse a sí mismo un gourmet, su entusiasmo por la buena mesa le ha llevado lejos. El gran éxito de la serie documental A Bite of China,con la que saltó a la fama, le brindó varios premios de televisión y casi 1,9 millones de seguidores en la red social Sina Weibo, similar a Twitter.

Fotograma que muestra cangrejos crudos, marinados en salsa de soja. CEDIDA A CHINA DAILY

Lo último de Once Upon a Bite,que comenzó a emitirse el 26 de abril en la plataforma Tencent Video, triunfó al instante y alcanzó 9,3 puntos sobre 10 en la popular web china de reseñas Douban. Los ocho capítulos de la secuela se centran en el sabor salado, los cangrejos, los salteados chinos chop suey, y el pastel de carne inglés haslet, el pollo, los huevos y huevas, las salsas, las salchichas y los tubérculos.

El equipo invirtió 16 meses en investigar, escribir el guión y recorrer 25 países de todo el mundo, entre ellos Estados Unidos, Malasia y Filipinas. En total, se grabaron reportajes sobre más de 300 tipos de comida, donde figuran muchos planos que abren el apetito, como cangrejos reales procedentes de los mares helados de Noruega, gansos especiados de la provincia de Guangdong o milhojas preparados de forma exquisita en Yangzhou, provincia de Jiangsu.

Tecnología de vanguardia

Algunas tomas se filmaron con cámaras microscópicas para mostrar de cerca cómo cambian los alimentos mientras se cocinan, una técnica muy aplaudida. Ha permitido retratar qué sucede con una rebanada de cerdo cuando se fríe o con una masa cuando se mete en el horno.

Chen y su equipo han tenido que enfrentarse a situaciones de riesgo, barreras idiomáticas y calendarios de vértigo. No obstante, el director estaba empeñado en elevar el listón de los documentales chinos, un sector para el que existe un nicho en las cadenas del país y en las plataformas de streaming.

A la televisión china nunca le han faltado contenidos gastronómicos, pero Once Upon a Bite va mucho más allá de mostrar simplemente platos. "Nuestra intención es registrar cómo un mismo producto puede prepararse de formas diferentes en distintos lugares del planeta”, explica Chen. “No tiene sentido preguntarse qué cocina es la mejor porque todas deben tratarse con respeto. Nos ayudan a entender la complejidad del mundo”, afirma.