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La tierra escondida ve la luz
Unas gacelas tibetanas que aparecen en el documental 'La tierra escondida'.

La tierra escondida ve la luz

Una estudiante de cine sigue los pasos de su difunto padre para rodar el primer documental sobre un glaciar formado hace millones de años en el Tíbet
XU FAN - 03 Oct 2018 9:41

Rao Zijun tenía 21 años y aún no había terminado la carrera cuando dirigió La tierra escondida en el norte del Tíbet, el primer documental de su carrera. La estudiante de cuarto grado de edición de cine y televisión en la Academia Central de Teatro de Beijing se desplazó al norte de la región autónoma del Tíbet junto con una tripulación de 47 miembros. Los 90 minutos de cinta giran en torno al glacial PurogKangri, a unos 560 kilómetros de Nagchu. El documental se estrenó en China el pasado 31 de agosto y se proyectó en cines europeos a finales de septiembre.

Para grabar las mejores imágenes, el equipo recorrió casi 3.500 kilómetros de profundidad en Qiangtang, la reserva natural más grande de China, en diciembre de 2016. El área, característico por sus lagos, desiertos y glaciares, es un refugio para especies raras como el antílope tibetano, el yak salvaje y el oso pardo tibetano.

PurogKangri, que tiene una extensión de 400 kilómetros cuadrados, es el tercer glaciar más grande del mundo. A diferencia de la mayoría de los documentales de naturaleza que muestran paisajes naturales y vida silvestre, La tierra escondida consiste más en visión profunda de los cineastas que filmaron la película.

Herencia alpina

Rao estaba especialmente motivada con la incursión en estas montañas de 5.000 metros. Su padre era un experimentado escalador. Cuando ella cumplió cinco años, Rao Jiangang había escalado ya diez de los 14 ochomiles. Pero el reconocido escalador no pudo continuar con su pasión. El 22 de junio de 2013 unos terroristas le asesinaron a tiros en Pakistán a los 49 años. Rao Jianfeng se encontraba en el campamento base en Gilgit-Baltistan, el territorio más septentrional de Pakistán, y planeaba escalar Nanga Parbat, la novena montaña más alta del mundo (8.126 metros).

"Cuando llegaron las noticias, no me lo podía creer", dice la joven. "Leí más publicaciones en Sina Weibo (una red social china) hasta que confirmé que era cierto". La documentalista creía que el viaje a PurogKangri sería una buena forma de entender la pasión de su padre por el alpinismo, y una forma de lidiar con la pena.

A Cai Yu, productor y guionista del documental, PurogKangri le ayuda a sobrellevar la nostalgia por su ciudad natal, que está en vías de desaparición. Se trata de un pueblo remoto y poco poblado en la provincia de Guizhou, en el sudoeste de China. Cai, que ostentó un alto cargo en la empresa Zose Group, con sede en Hainan, renunció a su trabajo para viajar al Tíbet y Qinghai en 2012.

"Es una de las zonas más antiguas del Tíbet", cuenta Cai en el estreno en Beijing el 23 de agosto. "Se formó hace millones de años y está cubierta de praderas y ríos. Se han hallado vestigios de la Edad de Piedra. Es una de las cunas de la humanidad”.

Rao Zijun, la directora del documental La tierra escondida, rodado en el norte del Tíbet. CEDIDA A CHINA DAILY

Cuando Cai regresó a Hainan en 2015 y fue nombrado director de una filial de producción cinematográfica de ZOSE, decidió realizar un documental sobre Qiangtang. Tras una dura batalla por conseguir permisos para filmar allí, en noviembre de 2016 arrancó un rodaje con 48 profesionales.

El proyecto resultó ser mucho más difícil de lo que esperaba. Cuando la tripulación se dirigía a el pico más alto en PurogKangri, la mayoría sufrió mal de altura. Los animales salvajes que habitan en esta zona fueron también una amenaza. De hecho, un yak gigante atacó uno de los vehículos e intentó volcarlo, pero el conductor logró zafarse.

Un tercio de la tripulación abandonó la expedición por problemas de salud. El resto finalmente llegó a PurogKangri formado por glaciares de hace millones de años. Rao Zijun se siente agradecida por poder dirigir su ópera prima en una zona en la que solo unas pocas personas han accedido. "Soy la primera de mi clase que ha rodado un largometraje. Me siento muy afortunada y espero poder filmar más obras sobre Qiangtang. Es tan vasto y aún tiene muchas zonas por explorar", confiesa entusiasmada.