La industria de la moda en China está creciendo a toda velocidad durante los últimos años y son ya muchos los jóvenes diseñadores locales que dejan huella en el panorama internacional.
Los grandes almacenes Lane Crawford, que venden artículos de lujo, tienen proyección internacional y han apostado desde 2013 por más de 80 nuevas marcas, acaban de fichar este año a nueve firmas chinas para su colección de otoño-invierno, que engrosan ya su catálogo de moda, complementos, belleza y estilo de vida.
Cada una de ellas tiene una identidad muy marcada, factura impecable y vocación para transgredir los límites desde una mirada actual. Juntas celebran la originalidad, la imaginación y la voz propia de la moda contemporánea china.
La joven marca de joyería fina Yin, por ejemplo, se inspira en la tradición cultural del país para elaborar sus colecciones. Uno de sus accesorios de oro es un homenaje a la cerradura Luban, una técnica de construcción que se utilizaba antiguamente para ensamblar piezas de madera sin usar clavos.
Otras de sus piezas se inspiran en las Seis Artes, las disciplinas que formaban parte de la educación aristocrática básica en la dinastía Zhou (siglo XI-256 a. C.): ritos, música, tiro con arco, carreras de carros, caligrafía y matemáticas.
La marca no solo desea compartir con el mundo símbolos chinos o reformular el patrimonio cultural inmaterial del país. En última instancia, también aspira a hacerlo aplicando una mirada fresca y contemporánea que implique una revisión estética.
Reinventar los clásicos
Yueqi Qi, otra firma creada en 2019, bebe de historias de amor clásicas, como las que se recogen en La leyenda de la serpiente blanca o Los amantes mariposa. Qi Yueqi, su fundadora, se graduó en moda en la escuela de arte londinense Central Saint Martins y se sirve del tejido de cuentas para expresar su fe en el amor.
Mediante la incorporación de elementos tradicionales a sus diseños, como las canicas de cristal, que fueron populares en China a finales del siglo pasado, dota a sus creaciones de encanto y romanticismo.
Angel Chen, por su parte, pasó a formar parte del catálogo de Lane Crawford en 2015. Para su última colección se ha inspirado en la riqueza de Chinatown, en las artes marciales chinas y en la magia de las praderas de Mongolia Interior. Chen Anqi, creadora de la firma, está empeñada en dar a conocer la cultura oriental en el panorama internacional. “En este ancho mundo, los diseñadores tenemos que encontrar la historia que queremos contar”, afirma. “Es la base de lo que hacemos”.
Sostenible y animalista
Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA) certificó hace dos años a Heurueh como minorista libre de pieles de animales. Desde su fundación, en 2015, esta firma se ha propuesto “no dañar el medio ambiente”, sin que ello repercuta en la calidad de sus productos. Según ha observado la marca, los consumidores están cada vez más concienciados con el impacto ecológico que tienen sus hábitos de consumo. Además de ofrecer diseños únicos y colores vivos, Heurueh quiere que sus clientes se sientan bien llevando sus prendas, que se reconozcan en la filosofía de la marca de adoptar una actitud positiva ante la vida y que opten por artículos sostenibles.
Espíritus libres con talento y voz propia
Seville Chow, vicepresidenta superior del departamento de moda de los grandes almacenes Lane Crawford, habla maravillas de todas las marcas chinas que figuran en su catálogo. Según explica esta directiva, la firma Ruohan incorpora la herencia cultural del país y el buen hacer de los artesanos a sus diseños minimalistas. Mediante sus variaciones sobre la silueta y su deconstrucción de tejidos, Feng Chen Wang y Maison Sans Titre están explorando los límites de la creatividad y de la vanguardia.
Por otro lado, Angel Chen, Yueqi Qi y Heurueh representan actitudes muy contemporáneas, ya que las tres tienen mucha personalidad. A través de colores llamativos, siluetas exageradas, telas ecológicas y técnicas respetuosas con el medio ambiente, no solo defienden una moda sostenible, sino también su propia libertad. “A los clientes cada vez les gustan más los artículos chinos y, por lo que veo, parece que la tendencia va a ir en aumento”, afirma Blondie Tsang, presidenta del grupo Lane Crawford & Joyce. Su intención, asegura, es seguir apoyando a las marcas chinas en la región.