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Sanmao, un héroe de gran corazón
Una viñeta de Sanmao, el niño de tres pelos y pies descalzos creado por el dibujante Zhang Leping.

Sanmao, un héroe de gran corazón

Este personaje de cómic no es tan famoso como los grandes protagonistas de Walt Disney, pero en China su carisma permanece intacto casi desde los años treinta
XU XIAOMIN - 29 Nov 2017 11:30

Tres solitarias mechas adornan la calva cabeza de Sanmao. Cuando fue ideado, su pelo y sus pies descalzos ya indicaban que, a diferencia de otros personajes de cómic, iba a padecer la vida más que disfrutarla. Sanmao, que significa tres pelos, fue creado en 1935 por el ya fallecido Zhang Leping, uno de los dibujantes más aclamados de China. Este año se cumple el 70o aniversario de su libro más exitoso, El Invierno de Tres Pelos, que tuvo una tirada de 10 millones de copias. Esta obra forma parte de la lista de los 100 libros que hay que leer elaborada por el Ministerio de Educación de China.

Antes de que naciera este personaje de las manos de Zhang, en 1928 lo hizo Mickey Mouse, un año más tarde Tintín y en 1934, el Pato Donald. Pero lo llamativo de todo esto es que después de 80 años tanto estos personajes como Sanmao han envejecido sin que se les note la edad y han dejado una huella en millones de personas en todo el mundo.

Más allá del entretenimiento generado a través de cómics, el cine y la televisión, estos personajes tienen un lado oculto. En el libro Para leer al Pato Donald, publicado en español en 1971 y convertido en un bestseller en América Latina, Ariel Dorfman y Armand Mattelart describen las tiras cómicas de Disney como herramientas para expandir el capitalismo occidental. En cuanto al valiente y aventurero Tintín, su primer paseo por el mundo fue “Tintín en el país de los soviets”, que no podría haber tenido más tintes políticos.

Sanmao vive en una realidad muy distinta de la acomodada, arrogante y despreocupada en la que se mueven Mickey Mouse y el Pato Donald. Su historia es la de un huérfano que se muda a Shanghai para ganarse la vida. Consigue varios empleos como vendedor de periódicos, limpiabotas e interpretando a kung fu. A pesar de sus esfuerzos, no puede llegar a fin de mes, duerme en la calle y muchos lo tratan con desprecio. Sanmao siempre está dispuesto, en cambio, a ayudar a los menos afortunados, hasta el punto de dar a los mendigos lo poco de comida que tiene. Con gran sentido de la ética, rehúsa unirse a una banda de ladrones que le garantizan estar bien alimentado y protegido.

Sanmao, un fiel reflejo de su creador

Los primeros años de Zhang Leping (Haiyan, Zheijiang, 1910-1992) estuvieron marcados por el mismo tipo de dificultades que luego recrearía en su ilustre personaje. El salario de su padre, maestro de primaria, apenas alcanzaba para mantener a una familia de seis integrantes. Su vida se volvió más dura para ellos cuando con nueve años perdió a su madre.

Después de terminar los estudios obligatorios, trabajó para mantener a su familia. Primero como aprendiz en una fábrica de madera antes de encontrar un empleo en una imprenta en los suburbios de Shanghai en 1923. Contaba que muchos de los jefes para los que había trabajado eran exigentes y crueles y con frecuencia maltrataban a los empleados. Zhang describe a estos empleadores en El Invierno de Tres Pelos. En aquella época, aporrear a los aprendices se consideraba algo esencial para la formación de los mejores artesanos.

Zhang Leping (izquierda) y Wang Longji, que interpretó a Sanmao en la película El Invierno de Tres Pelos (1949). (CEDIDA A CHINA DAILY)

Cuando creó el primer dibujo de Sanmao en 1935, describió a un chico que vivía en una casa convencional en un callejón de Shanghai. Durante la Guerra de la Resistencia contra la Agresión Japonesa (1931-1945), la historia de Sanmao se basó en la experiencia de su creador como miembro de la resistencia.

El diario Ta Kung Pao de Shanghai publicó la primera tira de El Invierno de Tres Pelos el 15 de junio de 1947. Seis imágenes ilustraban la tristeza de Sanmao por la falta de sus padres. En los siguientes dos años, el cómic se hizo famoso en todo el país. Una película basada en él fue premiada en octubre de 1949, el primer largometraje de la recién fundada República Popular China. Tuvo una gran acogida entre el público.

Las dificultades de mediados del siglo XX

Zhang Weijun, de 63 años, el hijo más pequeño del artista, comenta que la mayoría de los dibujos reflejaban la vida de su padre. Zhang Weijun dice que el creador de Sanmao se encontró con tres niños huérfanos durante una noche que nevaba en Shanghai en 1947. Los chicos, vestidos con harapos, estaban envueltos en sacos y se calentaban en torno a una lata de hierro donde habían hecho fuego. La mañana siguiente, vio cómo los cuerpos congelados de dos de ellos eran recogidos. “Ese incidente conmocionó a mi padre y le llevó a escribir El Invierno de Tres Pelos”, cuenta.

De 1927 a 1949, China atravesó un momento difícil por la Guerra de la Resistencia contra la Agresión Japonesa y una serie de desastres naturales. Esto originó que millones de refugiados emigraran a ciudades más grandes como Shanghai. Para saber más sobre cómo vivía la gente sin hogar, Zhang Leping se desplazó a un barrio de esta gran urbe, donde se juntaban estas personas, pero a las que nadie les dirigía la palabra. “Una de ellas trató a mi padre con desprecio y eso le molestó. Luego se dio cuenta de que el problema había sido el traje que llevaba. Para los pobres, todo aquel que vestía con elegancia era rico, la clase de gente que a menudo los humillaba y trataba mal”, dice Zhang Weijun. El artista comenzó a vestir ropa raída como la de estos sin techo y a darles pasteles y poco a poco se ganó la simpatía de los niños.