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Una crónica alternativa de la dinastía Han
Colección de tablillas de madera donde se relata una recepción militar que tuvo lugar en Jianshui Jinguan hace más de 2.000 años.

Una crónica alternativa de la dinastía Han

Textos escritos en pequeñas tablillas de madera y bambú de hace más de 2.000 años revelan información del pasado que no figura en los grandes libros de historia
WANG RU - 21 Abr 2023 12:47

En tiempos de la dinastía Han Occidental (206 a. C.-24 d. C.), un emisario del Gobierno central acudió a la frontera del imperio para saludar a los funcionarios que la custodiaban. Cuando pasó por Jianshui Jinguan, una base militar que había en la frontera del noroeste, los 27 militares que había allí le recibieron con arroz, cordero y licores. En total, se gastaron 1.470 qianes –la moneda de la época– y pagaron la cuenta entre todos. 

Acontecimientos tan cotidianos como este normalmente no dejan huella en la historia, sobre todo si sucedieron hace más de 2.000 años. Sin embargo, los arqueólogos han sido capaces de conocer este suceso gracias a una tablilla de madera que hallaron en el yacimiento de Jianshui Jinguan. El lugar se encuentra en lo que ahora es el condado de Jinta en Jiuquan, provincia de Gansu, al noroeste de China.

Este tipo de tablillas se llama hanjian. Se trata de notas o recibos inscritos en madera o bambú que contenían pequeños apuntes administrativos, cartas personales o contratos. El de Jianshui Jinguan es solo uno de los muchos que se han desenterrado en el área de Juyan, que en la actualidad se encuentra en la confluencia de Jinta y la bandera de Ejine, en la Región Autónoma de Mongolia Interior. Gracias a estos soportes, ha llegado hasta nuestros días una ingente información sobre los soldados destinados a proteger la zona en nombre de la dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.) desde el año 102 a. C. hasta el 169 d. C.

Documentos anteriores al papel

El papel no se utilizaba mucho en aquella época. Por eso, los oficiales solían escribir sobre todo en láminas de madera o de bambú de distintos tamaños, que unían a veces con una cuerda para formar un ce o librillo.

Desde 1930, en Juyan se han encontrado tres lotes de hanjian con más de 30.000 documentos administrativos y cartas personales. Proceden sobre todo de lo que ahora son los yacimientos de Jiaqu Houguan, Jianshui Jinguan y Diwan.

En el año 121 a. C., Liu Che, emperador Wu de la dinastía Han, estableció cuatro prefecturas en el extremo occidental del río Amarillo: Wuwei, Zhangye, Jiuquan y Dunhuang. Sirvieron para abrir el Corredor de Hexi, la principal arteria de la Ruta de la Seda, en lo que hoy es Gansu.

En el 102 a. C., creó en la prefectura de Zhangye la Oficina Duwei de Juyan, un instituto militar concebido como defensa frente a los ataques de los nómadas Xiongnu del norte. Los soldados de aquel bastión fueron los principales autores de los tesoros que se han descubierto: documentos en los que dejaban constancia de sus operaciones militares, sus actividades administrativas e historias personales.

Esas anotaciones han podido conservarse hasta el día de hoy gracias a que el clima de Gansu es seco y estable, explica Xiao Congli, director del departamento de gestión e investigación del Museo de Jiandu de Gansu. Jiandu es el nombre chino que reciben las láminas de madera y bambú que se utilizaban para escribir antes de que se extendiera el uso del papel. Según el especialista, se trata de objetos difíciles de conservar en entornos con muchas variaciones atmosféricas. En la actualidad, afirma, el museo custodia estas piezas en tubos de vidrio cerrados al vacío.

Influencia en la actualidad

Las inscripciones de Juyan se consideran uno de los grandes descubrimientos chinos de principios del siglo XX sobre literatura antigua. Llevan estudiándose durante décadas.

Según Zhu Jianjun, director del Museo de Jiandu de Gansu, estas anotaciones complementan lo que cuentan los libros canónicos sobre ese periodo histórico, corrigen ciertos errores y contribuyen a confirmar lo que ya se conocía desde otro punto de vista. Como soporte de la memoria y de la civilización, las tablillas han viajado a lo largo del tiempo, han sido testigo de las emociones y la sabiduría del pueblo chino y han formado parte del espíritu y la cultura de nuestro país, afirma Zhu.

Se dice que Cai Lun, un funcionario de la dinastía Han Oriental (25-220), fue quien popularizó la fabricación de papel. A partir de ese momento, este nuevo soporte fue sustituyendo poco a poco a las tablillas de madera y bambú, pero aquel legado todavía influye mucho en la alfabetización actual. 

“La costumbre que tienen los chinos de escribir de derecha a izquierda procede de nuestra forma de escribir en las tablillas de madera, y fue algo que se hizo hasta el siglo XX”, recalca Xiao. “Además, muchas de las palabras chinas de la familia de los libros que utilizamos, como juan (colección de volúmenes) o ye (página), provienen del sistema de tablillas que se utilizaba hace 2.000 años”.