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El gran salto de Shanghai
Yuan Maodong, de 37 años, compite en la sexta edición del Longines Global Champions Tour de Shanghai.

El gran salto de Shanghai

Después de acoger la sexta edición del Longines Global Champions Tour, la ciudad afianza su posición en el circuito mundial de la hípica e impulsa al resto del país en su carrera hacia la excelencia ecuestre
SHI FUTIAN - 23 May 2019 10:34

China empieza a cosechar el esfuerzo sembrado para hacerse un hueco en la hípica mundial y Shanghai es su punta de lanza. La ciudad acogió a principios de este mes su sexta edición del Longines Global Champions Tour, donde 60 de los mejores jinetes del mundo se dieron cita en el elegante distrito de Pudong.

Este Concurso de Saltos Internacional (CSI) está regulado por la Federación Ecuestre Internacional (FEI) y tiene 5 estrellas, lo que significa que se encuentra en el máximo nivel en cuanto a organización y dotación de premios. Un indicador de que el idilio entre esta disciplina y China va en serio.

“Me impresiona lo rápido que ha crecido la disciplina en este país durante los últimos seis años”, afirma Marco Danese, director deportivo de este evento. Según señala, el cambio no consiste solo en que China acoja esta competición, sino en la evolución positiva que ha experimentado el mundo del caballo en todo el territorio, algo que también forma parte de los objetivos del torneo. “Se trata de algo que requiere dedicación y tiempo”, prosigue. Un niño puede empezar a montar con 5 o 6 años y seguir disfrutando de ello a los 60”.  

Zhang Xingjia, de 20 años, y Zhang You, de 18, son dos jinetes de la nueva generación china que compiten en la élite. En marzo fueron convocados para participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 como parte del equipo nacional. “Montar me hace feliz. Siempre me divierto y hago nuevos amigos”, expresa Zhang You, que empezó a practicar con 9 años y fue el participante chino más joven del torneo de Shanghai. En febrero quedó décimo tercero en la categoría de salto de 1,60 metros en el Longines Masters en Hong Kong, el mejor resultado obtenido por un chino en una competición de 5 estrellas.   

“La hípica se está desarrollando de manera espectacular con el apoyo de la Asociación Ecuestre de China”, asegura el jinete Yuan Maodong, también entrenador y uno de los veteranos de la alta competición en el país junto a Zhang Bin. “Hace unos años era casi imposible ver una bandera de nuestro país en los torneos europeos, pero ahora cada vez hay más”, relata.

Para medirse con los mejores del mundo, la mayoría de los jinetes chinos se establece en Europa. Con sus siglos de historia, la cultura ecuestre del viejo continente fascina en el país asiático, aunque Shanghai Longines Global Champions Tour se esfuerza por reducir esa brecha. Además de la competición, la convocatoria de este año incluyó una exhibición de estilo europeo, sesiones de autógrafos con jinetes estrella, una feria ecuestre internacional y un seminario sobre la industria equina chino-europea que atrajo a expertos y a inversores en busca de nuevas oportunidades de negocio. 

Aunque el mundillo cuenta con una legión de seguidores, los organizadores también pretenden enganchar a los más jóvenes. En enero, ocho escuelas de Primaria de Shanghai añadieron la hípica a su oferta educativa. También se ha establecido una liga para colegios e institutos de la ciudad.  “El objetivo es que los niños amen la equitación, incluso que se conviertan en futuras estrellas”, afirma Tu Beibei, su secretaria general.

Pese a que a algunos padres les preocupa que la disciplina robe tiempo de estudio a sus hijos, ejemplos como el del atleta olímpico Alex Hua Tian demuestran que no tiene por qué ser así. Comenzó a entrenar a los 4 años. Con 11 se mudó con su familia a Gran Bretaña, donde estudió en la Chafyn Grove School de Salisbury y en Eton College antes de quedar octavo en la categoría de Concurso completo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016. Hoy es un ejemplo.

“Muchos jóvenes jinetes con talento abandonan para conseguir un mejor rendimiento académico, pero yo creo que es posible compaginar ambas cosas y sacarles beneficio”, afirma Shi Tianyang, un campeón de corta edad. “La hípica puede enseñar a los niños autodisciplina y organización, pero también a ser valientes para enfrentarse a los retos y dificultades de la vida”.