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Aumenta la competencia en el mercado de los coches eléctricos
Cadena de producción de vehículos eléctricos de batería de la marca Li Auto en Changzhou, provincia de Jiangsu.

Aumenta la competencia en el mercado de los coches eléctricos

El desembarco de marcas chinas en Europa, como BYD, Nio o Li Auto, ofrece más opciones al consumidor y obliga al resto de fabricantes de automóviles a mejorar sus propuestas
MA SI - 28 Sep 2023 8:00

Gunnar Birkenfeldt, cofundador de una agencia de noticias noruega sobre el mundo del motor, es un gran aficionado a los coches. Antes de que llegaran los vehículos eléctricos, conducía un BMW y un Porsche que utilizaban combustibles fósiles. Luego se pasó a Tesla y, hace dos años, compró un SUV eléctrico del fabricante chino Nio. 

“Tengo tres hijos y quería un modelo espacioso. Cuando surgió la oportunidad, pensé que sería interesante probar algo nuevo”, afirma. La sensación de ponerse al volante de un ES8 le sorprendió. “Nio es una marca ambiciosa. Está muy enfocada al cliente y concede mucha importancia al estilo de vida y al entorno que rodea al automóvil. No tengo ningún problema en recomendar coches chinos porque funcionan y se conducen a la perfección”, señala. 

El apoyo de Birkenfeldt demuestra que los fabricantes de automóviles chinos están haciendo todo lo posible por ganarse a los consumidores europeos. Al mismo tiempo, crece la competencia dentro del propio mercado del país. 

Un informe de la consultora KPMG demuestra que marcas asentadas –como BYD– o emergentes –como Nio y Li Auto– van ganando terreno en el continente. Después de China, Europa es el segundo mercado de coches eléctricos más grande del mundo y el que más rápido crece. Además, después de que la Unión Europea haya anunciado que prohibirá la venta de coches nuevos que utilicen combustibles fósiles a partir de 2035, se espera que la demanda de los eléctricos vaya cada vez a más. 

De acuerdo con KPMG, el año pasado los fabricantes chinos despacharon casi el 10% de los vehículos eléctricos de batería que se vendieron en Europa. Al percibir una tendencia alcista, las empresas de automoción y baterías invierten más en el Viejo Continente. El año pasado, la industria automotriz representó cerca del 53% de la inversión china en Europa, 33 puntos porcentuales más que en 2021, según KPMG.

Conforme las marcas chinas abran más tiendas y plantas de producción en el extranjero, y ofrezcan más servicios y productos adaptados al cliente internacional, se espera que mejore la reputación de sus marcas y su presencia en los mercados, indica Kevin Kang, economista jefe de KPMG China. 

Xu Haidong, jefe adjunto de ingenieros de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de China, asegura que son capaces de satisfacer la demanda mundial en términos de diseño, calidad, I+D y capacidad de producción. “La clave reside en que las marcas chinas son ahora más competitivas”, asegura. “Han sabido aprovechar las nuevas oportunidades que ofrecían las energías alternativas, así como esa tendencia de incorporar elementos inteligentes y apostar por la conectividad”. 

Según Yang Jing, investigador en Fitch Ratings, las marcas chinas parten de una buena posición porque saben lo que necesita el cliente y tienen la capacidad de ofrecérselo en muy poco tiempo. También pueden presumir de buenos precios. Esto es posible gracias al respaldo de toda la cadena de producción y suministro nacional –completa, eficaz y rentable– que hay detrás. 

Ding Yuqian, al frente de la Investigación de Automóviles de China en HSBC, asegura que China tiene la cadena de suministro de baterías más competitiva del mundo. Pese a que elemento más caro de un coche eléctrico es esta pieza, los fabricantes pueden acceder a baterías locales de alta calidad y relativamente más baratas, al tiempo que van perfeccionando su tecnología. 

Ante el avance de las marcas chinas en Europa, Volkswagen asegura que la competencia es buena para el consumidor y la defiende. “Te obliga a mejorar”, subraya Oliver Blume, presidente de su consejo de administración. “Soy partidario de que exista un comercio internacional, ya que beneficia a todos los países que intervienen en él. Les ayuda a generar riqueza y a mejorar su situación económica”, añade. 

Con información de Liu Zhihua y Li Fusheng