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Bayas de goji:  así se abren paso  en el extranjero
Recolección de bayas de goji en una plantación del condado de Jinghe, en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang.

Bayas de goji: así se abren paso en el extranjero

Los frutos procedentes del condado de Jinghe son una de las 200 indicaciones geográficas protegidas por las que vela un acuerdo firmado entre China y Europa
XING WEN Y MAO WEIHUA - 30 Dic 2021 8:21

Este junio, cuando los agricultores del condado de Jinghe, en la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, empezaron a prepararse para la primera cosecha de bayas de goji de 2021, tenían más expectativas de rendimiento que en años anteriores. El 1 de marzo entró en vigor un acuerdo entre China y Europa sobre indicaciones geográficas protegidas que auguraba mejores precios y acceso a mercados internacionales. 

Las bayas de goji de Jinghe son uno de los 200 productos protegidos por ese pacto, que velan por artículos cuyas cualidades y reputación están ligados a su lugar de origen. El año pasado, tanto el país asiático como la UE tomaron medidas para proteger de posibles imitaciones cien especialidades de cada territorio. Tres de ellos –las bayas de goji de Jinghe, las pasas de Turpan y las peras de Korla– proceden de Xinjiang, lo que les permite acceder a mercados más amplios en el extranjero. 

Un fruto protegido con beneficios para la salud

“Este año hemos recibido pedidos de más de 2.000 toneladas”, sobre todo desde fuera del país”, afirma Zhang Qin, gerente de la compañía agrícola de ciencia y tecnología Tianshan, en Jinghe, que cultiva, envasa, procesa y vende bayas de goji. Durante los últimos años, la empresa se ha esforzado para mejorar la calidad de los frutos de la región y promocionarlos a escala global mediante la búsqueda de certificados orgánicos en Europa, Estados Unidos y Canadá. Además, ha presentado su producto en ferias y exposiciones chinas y extranjeras.

A principios de la década de 2010, Zhang se dio cuenta de que la popularidad de estas bayas estaba creciendo entre las personas preocupadas por su salud, ya que se cree que son buenas para proteger los ojos, estabilizar los niveles de azúcar en sangre y prevenir dolencias hepáticas y renales.

En 2014, creó una plantación orgánica y empezó a poner en valor su producto mediante el desarrollo de toda la cadena industrial. Desde entonces, él y sus colegas han viajado a 28 países para promocionar sus bayas, entre ellos Alemania, Bélgica y Francia. Gracias a su esfuerzo, han adquirido más reconocimiento internacional y la empresa ha ganado premios a la calidad, como la medalla de oro en la categoría de productos dietéticos y de salud del Monde Selection 2017, que se falló en Bruselas y congregó a participantes de todo el mundo.

El acuerdo entre China y la UE también está impulsando las pasas de Turpan. Xiong Xiaodong, director de un mercado dedicado a esta especialidad que gestiona el grupo Xinjiang Guoye, asegura que la medida reforzará la reputación del producto en los países europeos.