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Beneficios caídos del cielo
Un dron agrícola rocía fertilizante sobre un campo de trigo en la aldea de Daliuzhuang, provincia de Shandong.

Beneficios caídos del cielo

Sobrevuelan los cultivos para cuidar las cosechas y entregan comida a domicilio. Los drones han generado una potente industria en China que cada vez tiene más aplicaciones
28 Feb 2019 10:53


Los vehículos aéreos no tripulados, más conocidos como drones, están dejando de ser aparatos especializados al alcance de unos pocos para convertirse en artículos electrónicos de consumo masivo y en herramientas para los más diversos sectores.

Está surgiendo una industria que promete grandes ingresos a escala global, y que además está redefiniendo la movilidad inteligente y mejorando muchos los aspectos de la vida. La demanda de drones crece vertiginosamente en China, donde sus aplicaciones industriales se utilizan ya para mejorar la agricultura, los transportes, la construcción o la electricidad, así como para realizar análisis geológicos o cartográficos, inspeccionar oleoductos, apuntalar la seguridad pública u optimizar la distribución de ayuda en casos de catástrofe. El Instituto de Investigación de la Industria Qianzhan, con sede en Shenzhen, provincia de Guangdong, asegura que los drones industriales están en plena expansión y prevé que en 2020 generen 16.500 millones de yuanes (2.200 millones de euros) de ingresos.

Aliados de la agricultura

Como era de esperar, los principales fabricantes de aviones no tripulados han incrementado sus esfuerzos para diversificar la oferta e intentar tomar la delantera en un mercado donde la competición es feroz. La empresa de tecnología DJI, con sede en Shenzhen, representa en la actualidad el 70% del mercado mundial de drones y está prestando mucha atención al sector agrícola. Planea invertir más de 10 millones de yuanes en aviones no tripulados destinados al campo y también en formar a conductores: abrirá 1.000 tiendas físicas, preparará a más de 20.000 operadores profesionales y creará 600 escuelas de adiestramiento por todo el país.  

El pasado diciembre, DJI lanzó su último dron agrícola, el T16, que cuenta con más capacidad de carga y un sistema dinámico que permite para aumentar la eficiencia y precisión de sus tareas. Gracias a él se pueden cubrir 10 hectáreas de cultivos con pesticidas en una hora. La empresa presentó su primer dron destinado a agricultores en 2015, inaugurando así un segmento especializado sobre el que hoy se muestra optimista: existe una gran demanda y toda la industria del campo investiga hasta dónde llegan las posibilidades de estos aparatos.

Según Qianzhan, el valor del mercado doméstico de drones agrícolas superará los 12.800 millones de yuanes en 2021 y crecerá a un ritmo del 38% anual. Además, el Gobierno chino ha anunciado políticas específicas para promover el uso de maquinaria moderna en el campo, así como ayudas económicas para fomentar el uso de vehículos aéreos no tripulados.

Xaircraft Technology Co Ltd, con sede en Guangzhou, provincia de Guangdong, presentó en diciembre sus últimos diseños especializados en agricultura: el P20 y el P30. Peng Bin, su CEO, calcula que el mercado de los drones en China crecerá exponencialmente dentro de dos o tres años, cuando se prevé que haya entre 500.000 y un millón de estos aparatos.

La compra llega por la ventana

No obstante, no todos los fabricantes chinos de aviones no tripulados tienen la vista puesta en el campo. En 2017, la compañía EHang firmó un acuerdo con el Gobierno de Dubái para implementar en el sistema de transporte de la ciudad el primer dron de pasajeros del mundo, el EHang 184.     

Derrick Xiong, cofundador de la compañía con sede en Guangzhou, asegura que sus drones inteligentes son eficientes y seguros, y que están preparados para ponerse al servicio de todo tipo de empresas: desde compañías de mensajería o logística, hasta comercios minoristas o tiendas online.

Un técnico enseña el funcionamiento de un vehículo aéreo no tripulado a estudiantes de Primaria en Hanshan, al este del país. HAO QUNYING / PARA CHINA DAILY

En 2018 EHang se unió a la cadena de supermercados Yonghui Superstores Co para repartir comida a domicilio con aviones no tripulados. Consiguió que el tiempo de entrega se redujera de 30 a 15 minutos, garantizando así la frescura de los alimentos y una mayor eficacia en los pedidos. También se asoció con el gobierno de Shaoguan, en la misma provincia, con el objetivo de convertirla en una ciudad inteligente mediante la creación de un centro de drones.

“En el futuro, el valor de estos aparatos dependerá de la inteligencia, la integración, la digitalización y el trabajo en red, que son precisamente los puntos fuertes de EHang”, afirma Hu Huazhi, fundador y CEO de la compañía. La empresa tiene previsto abrir su primer centro de investigación europeo en Lyon (Francia) y firmó en noviembre un acuerdo con el grupo aeroespacial austriaco FACC para investigar de manera conjunta las posibilidades de los vuelos autónomos. 

Sin embargo, Pan Xuefei, analista senior de International Data Corp, dedicada a la investigación de mercados, advierte de que la industria se encuentra en una fase inicial y de que la búsqueda de posibles aplicaciones para los drones se ha encontrado con un cuello de botella: “Todavía habrá que esperar para poner utilizar drones a gran escala en varios sectores”.