El pasado 24 de abril, China abrió todavía más su mercado a empresas privadas y extranjeras mediante la presentación de su última lista negativa, más reducida que la de 2022. La última versión de este listado, que especifica qué industrias y actividades económicas están prohibidas para inversores extranjeros o deben ser aprobadas por el Gobierno del país, ha pasado de incluir 122 sectores a recoger tan solo 106.
Según indicó la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, que publicó la lista junto con el Ministerio de Comercio y la Administración Estatal de Regulación del Mercado, cualquier tipo de empresa que no figure en la lista puede acceder al mercado chino de forma legal y en igualdad de condiciones. “Se trata de un importante acuerdo institucional que apoya el desarrollo del mercado nacional unificado”, afirmó el organismo en un comunicado, donde también subrayó que los gobiernos locales y otros departamentos no podrán elaborar otras listas negativas.
La última versión de la lista negativa china ha reducido el número de medidas de ámbito nacional para gestionar el acceso al mercado, que pasan de 486 a 469, mientras que las medidas de ámbito local se han reducido de 36 a 20. En concreto, se han eliminado ocho medidas nacionales, entre las que figuran las relativas al sector del grabado de sellos oficiales y a productos de seguridad específicos para sistemas informáticos.
A escala local, y con el objetivo de eliminar barreras mercantiles entre regiones, se han suprimido 17 medidas, entre ellas las que afectan a sectores como el transporte y la logística, el transporte de mercancías y los servicios de alquiler de vehículos. En contrapartida, algunas industrias emergentes y nuevos modelos negocio, como los aviones civiles no tripulados y los cigarrillos electrónicos, figuran en la nueva lista negativa.
Pan Helin, miembro del Comité de Expertos para la Economía de la Información y las Comunicaciones del Ministerio de Industria y Tecnología Informática, afirma que, al reducir el coste de las transacciones y eliminar obstáculos para acceder al mercado, la nueva lista negativa revitalizará las empresas privadas. “La medida contribuye a fortalecer la circulación dentro del país y aumenta la resiliencia de China ante impactos externos, como los aranceles impuestos por Estados Unidos”, señala.
Huang Yanxiang, director general de la tecnológica Shanghai CarbonNewture, que ofrece soluciones digitales para reducir emisiones y avanzar en la descarbonización, asegura que la reducción de la lista favorece a su compañía. Según indica, sienta las bases para que la firma pueda expandirse más y refleja que China se compromete a ofrecer igualdad de condiciones a las empresas privadas.
China publicó la primera lista negativa para acceder a su mercado en 2018. Tras las revisiones introducidas en 2019, 2020 y 2022, el número de actividades incluidas en ella desde que se creó ha pasado 151 a 106, lo que supone que se ha rebajado cerca de un 30%.
Según Bai Wenxi, vicepresidente de la Unión de Capital Empresarial de China, este proceso indica claramente que el país seguirá impulsando reformas para crear un entorno de mercado más justo, transparente y predecible de cara a todo tipo de empresas, lo que hará más atractivo el mercado chino para inversores extranjeros.
Zhang Jun, economista jefe de China Galaxy Securities, indica por su parte que el esfuerzo que está llevando a cabo China para dinamizar su mercado interno y acelerar su apertura tiene relevancia internacional. “Mientras Estados Unidos se centra en relocalizar su producción –una medida que podría causar problemas a escala mundial–, el vasto mercado interno de China y su creciente capacidad de consumo podrían contribuir a que se estabilizase el crecimiento económico mundial”, señala.