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China y la UE podrían aumentar su colaboración en materia ecológica, según los expertos
Estand de Schneider Electric en la VII Exposición Internacional de Importaciones de China, celebrada en noviembre del año pasado en Shanghai.

China y la UE podrían aumentar su colaboración en materia ecológica, según los expertos

El país asiático tiene experiencia a la hora de fabricar artículos sostenibles, mientras que en Europa existe una fuerte demanda de productos respetuosos con el medio ambiente
ZHONG NAN - 26 Jun 2025 14:29

En un contexto en el que aumentan las exportaciones de productos sostenibles a Europa por parte de China y en el que las empresas europeas invierten cada vez más en energías limpias y fabricación inteligente por todo el país, diversos ejecutivos y analistas del sector prevén que China y Europa estrechen su colaboración en materia ecológica.

Según afirman, el hecho de que ambas potencias se complementen y compartan los mismos objetivos respecto al clima fomenta esta cooperación. De un lado, China ofrece experiencia en fabricación y tecnología sostenible. De otro, Europa aporta acceso a su mercado, una fuerte demanda, ecosistemas de innovación y un marco legal que propicia el desarrollo ecológico.

Desde patinetes eléctricos a paneles solares

Pinnacle Sports Products, fabricante radicado en Suzhou, provincia de Jiangsu, envió a principios de este mes 4.537 de sus patinetes eléctricos a los Países Bajos, según la Aduana de Nanjing. Yuan Di, presidente de la compañía, asegura que la creciente demanda de transporte sostenible que hay en Europa genera grandes oportunidades para estos vehículos, que son ligeros, inteligentes y asequibles. En los primeros cinco meses del año, la firma ha exportado más de 80.000 patinetes eléctricos, fundamentalmente a Francia, Suecia y los Países Bajos.

Las empresas chinas no solo exportan a Europa paneles solares, sistemas para almacenar energía o autobuses eléctricos, sino que están aumentando su inversión en el continente, afirma Wang Zhimin, investigador de la Academia de Estudios sobre Economía Abierta de China, que pertenece a la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de Beijing.

Vehículos de energías alternativas, un mercado clave

Distintas compañías del país asiático, como la marca de coches eléctricos BYD, el gigante de baterías Contemporary Amperex Technology y el fabricante de electrodomésticos Hisense, han construido fábricas de automóviles, baterías de vanguardia y electrodomésticos de última generación en países como Hungría, Serbia, Portugal y Alemania, informa el Ministerio de Comercio.

Según Wang, estos proyectos reflejan el compromiso de China con la transición ecológica europea y el desarrollo sostenible. Puesto que muchos europeos optan por vehículos eléctricos para reducir emisiones y ahorrar en combustible, el fabricante de piezas chino Minth, que tiene su base en Jiaxing, provincia de Zhejiang, y cuenta con más de 22.300 empleados en todo el mundo, ha movido ficha. Desde 2019 ha construido 16 fábricas en Serbia y se ha centrado en producir componentes para vehículos de energías alternativas, como carrocerías ligeras, carcasas de baterías y partes estructurales del chasis.

“Para nosotros, Serbia no solo es una base de producción, sino también un campo de pruebas para colaboraciones entre China y la UE en materia de innovación y tecnología verde”, señala Yu Ke, responsable del departamento de comercio internacional de Ningbo Minth, una filial del grupo Minth en la ciudad de Ningbo, Zhejiang, que se dedica a investigar y desarrollar piezas de automóviles.

Entre enero y mayo de este año, esta subsidiaria de Minth ha facturado 210 millones de yuanes (25,2 millones de euros) exportando piezas a Europa Central y Oriental, lo que ha supuesto un aumento interanual del 400%, según datos de la Aduana de Ningbo.

Más eficiencia, menos contaminación

Además de reducir el consumo de energía en los hogares, las inversiones de China generan empleo y hacen que sea más fácil integrar todos los tramos de las cadenas industriales en los países receptores, señala Lin Meng, que dirige un instituto de investigación sobre cadenas de suministro modernas en la Academia de Comercio Internacional y Cooperación Económica de China.

Según indica Lin, estas inversiones han favorecido que las empresas chinas y europeas estrechen su colaboración en industria y tecnología. Conforme el país asiático redobla sus esfuerzos para cumplir su objetivo de “doble carbono” –alcanzar el pico de emisiones de carbono antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060–, muchas compañías del Viejo Continente avanzan en economía verde, algo a lo que contribuye el optimismo con el que contemplan el mercado chino.

Una de ellas es el conglomerado industrial francés Schneider Electric. “A través de nuestras propuestas y servicios digitales, damos apoyo a industrias que son clave desde el punto de vista del consumo, como la alimentaria, la de bebidas, la biofarmacéutica o la electrónica”, asegura Yin Zheng, vicepresidente ejecutivo de operaciones de la firma para China y Asia Oriental. En su opinión, esto no solo permite ahorrar energía y mejorar la eficiencia de los procesos, sino también optimizar la trazabilidad y la seguridad de los productos.