La inversión extranjera directa crece con fuerza en China y está demostrando la firme capacidad del país para atraer capital internacional. En contra de lo que apuntan informes de algunos medios asentados fuera de sus fronteras, los hechos demuestran que los inversores procedentes del exterior no se están retirando.
Gracias a la alta concentración de sus canales logísticos, a sus mejoras en la protección de la propiedad intelectual, a sus estrechas relaciones internacionales y a su floreciente mercado interno, la inversión extranjera directa en la parte continental de China aumentó un 17,4% en la primera mitad del año respecto al ejercicio anterior, situándose en 723.310 millones de yuanes (casi 104.000 millones de euros), según el Ministerio de Comercio.
Durante los últimos 40 años, e impulsada por su política de reforma y apertura, China ha jugado un relevante papel en el mercado internacional, para el que ha fabricado y exportado una amplia gama de productos, que van desde camisas y teteras hasta vehículos de nuevas energías o trenes bala.
Tras haber hecho frente a problemas como la pandemia, el conflicto entre Rusia y Ucrania, la subida del precio de la energía y de los productos agrícolas o las altas tasas de inflación de muchos países, analistas y ejecutivos de compañías internacionales pronostican que China está preparada para crecer e influir de forma aún más decisiva en los flujos de inversión extranjera directa.
Pronósticos favorables
El rápido crecimiento que ha experimentado esta última demuestra que los trastornos económicos a corto plazo derivados de la variante ómicron de la covid-19 no mermarán la capacidad china para atraer capital internacional a largo plazo. Así lo afirma Bai Ming, subdirector del departamento de investigación de mercados internacionales de la Academia de Comercio Internacional y Cooperación Económica de China en Beijing.
Por su parte, Matthew Margulies, vicepresidente de operaciones en el país del Consejo Empresarial Estados Unidos-China, opina que el tamaño del mercado chino de consumidores sigue teniendo mucho peso. Según indica, durante la próxima década ofrecerá oportunidades de crecimiento equivalentes a 5 billones de dólares (4,84 billones de euros), una circunstancia que las empresas estadounidenses están deseando aprovechar.
De acuerdo con Chen Chunjiang, director general del departamento de administración de inversión extranjera del Ministerio de Comercio, el Gobierno va a continuar perfeccionando el entorno empresarial del país y mejorando los servicios destinados a inversores internacionales. También reforzará el intercambio regular entre empresas y asociaciones comerciales extranjeras y seguirá escuchando sus sugerencias.
Mientras multiplica el número de zonas piloto destinadas a abrir más el sector servicios durante la segunda mitad del año, el país revisará con más celeridad el listado de los ámbitos que fomentan la inversión extranjera. Al mismo tiempo, encauzará el capital procedente del exterior hacia campos como la producción de alta gama y la innovación científica, así como hacia las regiones del centro, oeste y noreste del país.
Según datos del Ministerio de Comercio, la inversión extranjera en el sector industrial chino de alta tecnología creció un 31,1% interanual entre enero y junio, mientras que en el sector servicios de alta tecnología aumentó un 34,4% durante el mismo periodo.