Durante la última década, los trenes de mercancías internacionales han aumentado de forma significativa en Erenhot, el mayor puerto terrestre de la frontera entre China y Mongolia, lo que a su vez ha mejorado las conexiones entre estos dos países y Europa central.
El puerto de Erenhot, situado en la Región Autónoma de Mongolia Interior, al norte de China, vio pasar al primer tren de mercancías entre China y Europa en 2013. Hace un mes, ya habían franqueado sus puertas más de 9.000.
Mientras que hace casi diez años solo había dos servicios de este tipo de trenes, en 2021 pasaron por el puerto 2.739 convoyes de estas características. Desde allí se despliegan 57 rutas, que conectan con más de 50 ciudades en 22 regiones de China y hacen parada en 44 puntos de nueve países.
Gracias a estas conexiones, el ferrocarril ha desempeñado un importante papel logístico. No solo ha permitido que las comunicaciones fueran fluidas, sino que ha hecho posible el suministro estable de productos para combatir la pandemia en China y otros países situados en las rutas.
Conexión internacional
Gracias a la ampliación de la red de trenes de mercancías entre China y Europa, los productos agrícolas del país asiático pueden venderse en el exterior, mientras que los convoyes de entrada permiten importar artículos extranjeros, como cerveza alemana o vinos españoles, lo que beneficia a los consumidores chinos.
Además de materias primas y alimentos, también han crecido las exportaciones de productos con alto valor añadido, como los automóviles, las motocicletas o los paneles solares fotovoltaicos.
El puerto ha construido además una plataforma de inspección fronteriza inteligente para mejorar su eficiencia. Ofrece despacho de aduanas durante las 24 horas del día e inspecciona las mercancías sin establecer contacto, como especifican los protocolos de control de epidemias.
Este año, el tren número 500 entre China y Europa atravesó el puerto el 28 de febrero, 18 días antes que en 2021.