Hong Kong, Macao y nueve localidades de la provincia de Guangdong situadas alrededor del delta del río Perla integrarán un clúster de ciudades destinado a convertirse en un centro financiero, tecnológico y de comunicaciones de referencia internacional, como contempla el borrador del plan de desarrollo del Área de la Gran Bahía que se presentó el pasado 18 de febrero.
El proyecto, anunciado por el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado, establece objetivos a corto y largo plazo para el desarrollo de esta región situada al sureste del país. Se prevé que para 2022 esté diseñado el marco que permita llevar a cabo trabajos coordinados dentro del territorio, así como aplicar medidas complementarias desde los distintos nodos para optimizar esfuerzos. En 2025, se espera que el innovador sistema económico del nuevo clúster de ciudades esté desarrollado por completo y que el área sea ya una cotizada zona, excelentemente bien comunicada, para residir o establecer negocios.
El Área de la Gran Bahía abarca Hong Kong y Macao, así como nueve ciudades de la provincia de Guangdong: Guangzhou, Shenzhen, Zhuhai, Dongguan, Huizhou, Zhongshan, Foshan, Zhaoqing y Jiangmen. De todas ellas, el plan contempla que Hong Kong, Macao, Guanzhou y Shenzhen sean los principales motores del desarrollo, aunque todos los mercados de la región estarán estrechamente contectados.
Además de funcionar como un gran centro financiero y comercial a escala global, Hong Kong es un importante nudo de comunicaciones y transportes, especialmente gracias a su importante aeropuerto internacional, recuerda el plan. Por otro lado, el proyecto prevé que Macao, la otra región administrativa especial dentro del Área de la Gran Bahía, se convierta en un punto de referencia mundial para el turismo y el ocio, pero también en una plataforma para la cooperación comercial entre China y los países de habla portuguesa.
De acuerdo con el proyecto, Guangzhou verá fortalecido su papel industrial y comercial, así como sus funciones dentro de las comunicaciones y el transporte. Por su parte, Shenzhen aspira a extender su influencia como capital de la innovación y la creatividad más allá de las fronteras chinas. El plan contempla potenciar las características diferenciales del resto de ciudades para lograr su máximo desarrollo, al tiempo que prevé que todas ellas actúen como nodos clave dentro de la región.
El borrador del proyecto ha sido bien recibido por las autoridades de las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao. Después de que se anunciara, la directora ejecutiva de la Región Administrativa Especial de Hong Kong, Carrie Lam Cheng Yuet-ngor, agradeció al Gobierno Central que hubiera tenido en cuenta las aportaciones de su gobierno a la hora de diseñarlo. Por su parte, un portavoz de la Administración local aseguró que, gracias a los mecanismos que se están impulsando, Hong Kong aprovechará la fuerza de su región para satisfacer las necesidades de todo el país, así como para mejorar sus propias perspectivas de desarrollo dentro del mercado chino.
Fernando Chui Sai-on, director ejecutivo de la Región Administrativa Especial de Macao, se mostró satisfecho de que el proyecto brindase a su ciudad expectativas prometedoras y la oportunidad de crecer. Según indicó, la ciudad aprovechará la ocasión para progresar y no teme enfrentarse a los desafíos que plantea el proyecto del Área de la Gran Bahía.
Por su parte, los sectores financieros y empresariales acogieron con entusiasmo el anuncio del borrador del plan y subrayaron que el papel de Hong Kong en servicios financieros, tecnología e innovación es decisivo para el desarrollo de la región. “El borrador establece las líneas clave del desarrollo del Área de la Gran Bahía”, explicó la Autoridad Monetaria de Hong Kong, del banco central de facto la ciudad, que velará por la implantación de las medidas previstas junto a las autoridades de la parte continental de China.
Peter Wong Tung-shun, vicepresidente y director ejecutivo de Hong Kong y Shanghai Banking Corp, también se mostró optimista:“Estas directrices permiten que las ciudades y regiones del Área de la Gran Bahía desarrollen sinergias en tecnología, servicios financieros y turismo de forma más efectiva”.
Sun Feier y Oswald Chan contribuyeron a elaborar esta información.