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El nuevo y el viejo mundo separados por un río
Shanghai, una de las cuatro ciudades de primer nivel que existen en China, junto a Beijing, Guangzhou y Shenzhen.

El nuevo y el viejo mundo separados por un río

En Pudong, un barrio en Shanghai al este del río Huangpu, se cuecen grandes avances en industrias estratégicas como robótica e ingeniería
LI YANG - 12 Ene 2018 13:00

El río Huangpu, que recorre Shanghai de norte a sur, dividía hace 25 años lo conocido y lo ignoto. Al oeste se ubicaba Puxi, una zona que los occidentales ocuparon a mediados del siglo XIX. Pudong, en la otra orilla, era un territorio yermo hasta que en 1993 experimentó un súbito desarrollo urbanístico. “Hoy el río separa los viejos tiempos del futuro. A un lado queda el viejo Shanghai y al otro, una zona muy moderna y desarrollada”, asegura Pei Lei, ingeniero electrónico que trabaja en Pudong.

Pudong, un erial hace apenas cuarto de siglo, genera un tercio del PIB de la ciudad y acoge al 20% de la población de Shanghai. El horizonte que dibujan sus altos edificios son un orgullo para la ciudad tanto como los avances en robótica e ingeniería satelital –industrias estratégicas del país– en la margen derecha del río. Puxi, en la ribera izquierda, un barrio privilegiado hace unas décadas, se ve eclipsado por las decenas de rascacielos levantados en la orilla de enfrente.

Caoyang, en Puxi, fue la primera “nueva comunidad para trabajadores” de China. La formaban bloques de pisos diseñados por arquitectos de la Unión Soviética en los años cincuenta del siglo pasado. Solo aquellos que obtenían títulos honoríficos como “trabajador modelo” o “trabajador avanzado” podían vivir en los apartamentos. Había un baño compartido por cada dos viviendas, un lujo comparado con las costumbres de la mayoría de los habitantes, que usaban un asiento portátil con un agujero en medio para hacer sus necesidades.

Obreros y trabajadores
Si bien los obreros de Caoyang desarrollaban oficios tradicionales, los trabajadores de Pudong fabrican satélites, aviones y motores, cuenta Pei. Jóvenes cualificados se ven atraídos a Pudong por incentivos que incluyen alojamiento gratuito, reducción en los impuestos y subsidios.

"Me enorgullece trabajar en el acelerador de partículas sincrotrón más grande de China y el tercero del mundo", dice He You, investigador de Shanghai Synchrotron Radiation Facility, un proyecto estatal de alta tecnología en Pudong. El flujo luminoso es 1.000 veces mayor que el de los rayos X, lo que permite reconocer la estructura de incluso un virus. "Es como un súper microscopio: convierte en fáciles los problemas difíciles", dice He. “Unos 15.000 científicos de todo el país han visitado las instalaciones para participar en experimentos con el equipo. Me alegro de que mi trabajo les ayude", añade.

Técnicos trabajan en un área de ensamblaje en el Centro de Ingeniería de Shanghai para Microsatélites. La instalación es la cuna de la industria de microsatélites de China. GAO ERQIANG / CHINA DAILY

La edad media de los investigadores del Centro de Ingeniería de Shanghai para Microsatélites es de 31 años. Yu Yingjie, su director, presume del éxito de sus misiones: “Hemos fabricado 25 microsatélites desde que comenzamos a operar hace 14 años. Y todos han sido lanzados al espacio con éxito”. El centro está construyendo 30 microsatélites relacionados con campos tan complejos como la materia oscura, el posicionamiento global, la contaminación, el cambio climático y la comunicación cuántica. "Son pioneros en sus campos", subraya Yu. "El objetivo es innovar en materiales, dispositivos y unidades de ensamblaje para impulsar la modernización de la cadena industrial relacionada con la ingeniería satelital".

Robots educativos
En Pudong se encuentra Shanghai PartnerX Robot Co., empresa líder en investigación y desarrollo de robots educativos. Xu Jiping, de 23 años, es empleado de la compañía: "Sueño con hacer un robot que pueda ayudar a la gente”. Y añade: “La compañía me ofrece esta posibilidad. Fabricamos todas las piezas y dispositivos, desde maquinaria eléctrica hasta el motor de dirección y el controlador". Medio año después de graduarse de la universidad, Xu tiene su propio equipo y está convencido de que la inteligencia artificial representa el futuro de los robots.

Shanghai, con un entorno comercial abierto, servicios públicos de alta calidad y un fuerte tejido industrial, atrae a jóvenes talentos, explica Zhang Weiwei, director del Instituto China de la Universidad Fudan en Shanghai. "Los sectores estratégicos emergentes representan el 26,7% de la industria de la ciudad. La afluencia de jóvenes talentos, uno de los activos más valiosos, contribuye a crear una base sólida que favorezca el continuo desarrollo de estas industrias”, dice Zhang.