Conforme China avanza en su transición verde y prioriza las energías renovables como eje de una economía más ecológica, la instalación de paneles de energía solar fotovoltaica en los tejados del país podría aumentar durante los próximos tres años.
De acuerdo con un estudio de la empresa de investigación energética Rystad Energy, este tipo de placas ha pasado de generar 19,4 gigavatios (GW) en 2017 a 27,3 en 2021, y se espera que el mercado de los techos solares continúe creciendo. En 2016, antes de la primera fecha que recoge el estudio, apenas existían paneles en los techados de los edificios, y los que había tenían una capacidad de solo 4 GW.
El hecho de que China esté apostando por los paneles solares en sus tejados ha impulsado a su vez este mercado a escala global. Ha pasado de tener 36 GW instalados en 2017 a 59 en 2021, un aumento del 64% en cinco años, y ya representa el 30% de la capacidad mundial de energía solar.
Tras el lento avance que tuvo esta solución energética entre 2010 y 2016, se espera que ahora crezca de manera estable y que la capacidad mundial se sitúe en 94,7 GW para 2025.
Programas piloto
Según Rystad Energy, el aumento de la capacidad energética china basada en paneles solares se debe sobre todo a su promoción por parte del Gobierno, en especial a través de las tarifas de alimentación, que garantizan que quienes generen este tipo de energía obtengan más beneficios que el resto.
A principios de marzo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma afirmó que China deberá acelerar la implantación de placas solares en sus tejados y asegurarse de que, para 2025, la mitad de los nuevos edificios de instituciones públicas que se construyan las incorporen. Se trata del último esfuerzo gubernamental para desarrollar la energía fotovoltaica, después de que el año pasado se llevara a cabo un plan de pruebas para fomentar su uso.
Tras un llamamiento que realizó la Administración Nacional de Energía en junio de 2021 en busca de condados que quisieran participar en el proyecto, 25 regiones con categoría de provincia, la mayoría pertenecientes a zonas con un buen desarrollo económico, presentaron propuestas detalladas para desarrollar diversos programas piloto.
De acuerdo con Rystad Energy, la energía solar fotovoltaica a pequeña escala, que incluye proyectos en zonas residenciales, comerciales e industriales sin conexión a la red eléctrica, está cogiendo carrerilla gracias al respaldo de medidas económicas y políticas. En este contexto, China se perfila como un mercado clave. Ahora que el país se está distanciando de los recursos fósiles en el marco de su transición ecológica, esta fuente de energía es una gran aliada para el proceso de descarbonización.
En paralelo, el Gobierno también incentiva el desarrollo de la capacidad solar de los tejados de todo el territorio, que en los últimos años ha aumentado 30 GW anuales, según la Alianza para la Inversión y Financiación de Nuevas Energías de China. Peng Peng, secretario general de esta plataforma, confía en que, si el impulso que va a dar el Gobierno a las instalaciones solares de todo el país se ejecuta dentro del plazo previsto, la potencia anual ascenderá a 80 GW.
China concentra la mayor parte de su energía solar fotovoltaica al este y al sur del país, donde la economía es más próspera y existe más demanda.