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Enganchados al maratón
Más de 30.000 personas participaron en el Maratón Internacional de Shenzhen en diciembre de 2018.

Enganchados al maratón

La prueba reina del atletismo arrastró a casi 6 millones de aficionados chinos en 2018. El mercado de las grandes carreras, que ya se disputan en 285 ciudades, dejó en el país 9.680 millones de euros
SHI FUTIAN - 08 Jul 2019 7:38

Hace tiempo que correr un maratón en China dejó de ser competencia exclusiva de los atletas profesionales. Millones de aficionados se miden ahora en esta prueba de resistencia de 42,195 kilómetros. Y cada vez son más.

Liu Ying, de 58 años, se apuntó a esta prueba por primera vez hace cinco años, después de ser diagnosticada de cáncer. En vez de quedarse en el hospital, decidió invertir su tiempo y su dinero en emprender lo que otros creían imposible: competir en las seis pruebas del circuito internacional Abbott World Marathon Majors (WMM) en menos de dos años y medio y completar los 20 maratones en los que se ha inscrito en los últimos cinco años.

“Desde 2014 he bajado de las cuatro horas nueve veces”, explica Liu con orgullo, que consiguió clasificarse en el puesto 37 entre todos los chinos que terminaron los seis grandes maratones mundiales y solo fue superada por compatriotas de menor edad que ella.

“Correr me da energía y me acerca a los jóvenes. Me ha ayudado a escapar de la sombra del cáncer”, explica esta mujer, hoy convertida en un ejemplo de superación. Su próximo reto: bajar de 3 horas y 50 minutos, la marca que se exige en China para ser considerado un atleta de segundo nivel, una categoría que depende de los tiempos registrados.

Una fiebre que crece

La experiencia de Liu ha inspirado a muchos. La Federación China de Atletismo anunció el pasado 11 de marzo en Xiamen, provincia de Fujian, que más de 120.000 nuevos corredores participaron en maratones el año pasado, de los que tan solo 57.000 abandonaron. Las medias maratones arrastraron a 400.000 debutantes. De ellos, 240.000 llegaron hasta el final. Para atender la creciente demanda, en 2018 se celebraron 1.581 maratones en 285 ciudades del país y se repartieron 5,83 millones de dorsales.

Aunque esta competición es la prueba reina, la fiebre atleta también ha aumentado la popularidad de las carreras de campo a través, los medios maratones y las pruebas de 10 kilómetros. Estas últimas experimentaron el mayor crecimiento el año pasado, en el que se celebraron 371 convocatorias y se aumentó el número de carreras en un 202%.

El dorsal, el gasto mínimo

“Pocos podían imaginar que muchos de los que hace años asistían como espectadores a estas pruebas desde las aceras y los arcenes de la carretera estarían hoy compitiendo”, se admira Duan Shijie, presidente de la Federación China de Atletismo. Parte del éxito de los maratones se atribuye al Programa Nacional de Entrenamiento Físico 2016-2020, que aspira a concienciar a 700 millones de chinos de la importancia de practicar ejercicio al menos una vez a la semana.

No obstante, el creciente interés por el atletismo no solo está dejando beneficios para la salud. Como apunta Yu Hongchen, vicepresidente de la federación, la organización de carreras fomenta el turismo local y el crecimiento económico. Los corredores de maratón gastaron el año pasado 3.740 millones de euros en esta actividad, mientras que el mercado generó 9.680 millones, un 7% más que en 2017.

El dorsal cuesta 17 euros para las pruebas de 42,195 kilómetros, y 13 euros para las de 21,097. Aparte, muchos están dispuestos a invertir el 16% de los ingresos que destinan a las pruebas en sesiones de entrenamiento, una tendencia que abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio. Li Yinan, un aficionado de Beijing que ha disputado carreras en Alemania y Japón, gastó el año pasado 7.787 euros en esta pasión.

El futuro se perfila muy prometedor para este tipo de convocatorias en China, aunque no ha sido fácil llegar a este punto. “Faltaba cultura de maratón y la gente no conocía las reglas”, cuenta Yu. En adelante, los retos del país pasan por organizar eventos más creativos, supervisar el cumplimiento de la normativa, dar respuestas más rápidas ante las infracciones y mejorar la gestión de la industria.