Que China quiera unificar su mercado interno no significa que cierre sus puertas al mundo exterior, sino que apuesta por abrirse más y potenciar su atractivo de cara a los inversores internacionales, aseguran los expertos.
La creación de un mercado nacional unificado impulsará la economía y eliminará los obstáculos que empresas locales y extranjeras puedan encontrar para acceder a él. También establecerá un sistema de alto estándar y estimulará la circulación doméstica e internacional en el desarrollo económico del país, valoran los especialistas.
China se enfrenta a una demanda cada vez menor, shocks de oferta y expectativas a la baja. En este contexto, construir un mercado justo y abierto, altamente eficiente y con reglas claras contribuirá a estabilizar las expectativas, estimular la vitalidad de los agentes involucrados y fomentar un entorno de negocio internacional orientado al mercado y regulado por la ley.
Circulación eficiente
Guo Liyan, directora de la oficina de análisis integral de contextos en la Academia de Investigación Macroeconómica de China, afirma que unificar el mercado interno ayudará al país a crear su patrón de desarrollo económico de “doble circulación”. Este modelo prioriza el mercado nacional como pilar fundamental de la economía, al tiempo que deja que el mercado doméstico y el internacional se complementen entre sí. “Estas medidas aumentarán la influencia de China y su atractivo de cara a las empresas y recursos extranjeros”, señala. “Si uniforma su mercado interno, podrá dinamizar todavía más el doméstico y el internacional”, apunta Guo. Recuerda que el país mantiene la puerta abierta al mundo exterior y da la bienvenida a inversores extranjeros que quieran participar en el proceso y compartir beneficios.
El pasado 10 de abril, el Comité Central del Partido Comunista de China y el Consejo de Estado publicaron de forma conjunta un documento que aboga por acelerar la unificación del mercado nacional para acabar con el proteccionismo y eliminar los obstáculos clave que dificultan el crecimiento económico.
El texto apuesta por promover una circulación eficiente dentro del territorio nacional, así como por fomentar entornos estables, justos, transparentes y predecibles para el comercio. También por reducir el gasto de las transacciones, invertir en innovaciones científicas y tecnológicas, actualizar la industria y desarrollar una ventaja competitiva que resulte decisiva a la hora de medirse o colaborar en el ámbito internacional.
Para Guo, tener un mercado interno fuerte y unificado contribuirá a que el país se abra más, responda mejor ante las empresas extranjeras, estabilice el comercio y las inversiones procedentes del exterior y cree un entorno empresarial internacional bien regulado y orientado al mercado.
Según recoge el documento, China revisará su normativa y eliminará aquellas políticas que le impidan uniformar su mercado doméstico y obstaculicen la justa competencia, como las referentes al proteccionismo interno o a la segmentación del mercado. Asimismo, reexaminará de forma exhaustiva las normas que discriminan a las empresas de capital extranjero o no locales.
La Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, el principal regulador económico del país, asegura que el objetivo de China es ofrecer un entorno mejorado, en el que compañías nacionales y extranjeras puedan desarrollarse por igual.
Menos barreras, más oportunidades
Mediante la unificación de su mercado interno, China está favoreciendo la justa competencia, mejorando su eficiencia y optimizando la asignación de recursos. Así lo considera Bai Ming, subdirector del departamento de investigación del mercado internacional de la Academia de Comercio Internacional y Cooperación Económica de China. “Este proyecto aumentará el dinamismo del mercado doméstico, eliminará las barreras que entorpecen los flujos económicos dentro del país y ofrecerá más oportunidades a los agentes internacionales”, señala.