Impulsado por la emergente clase media y los millennials, los perfumes juegan un papel cada vez más importante en el sector de las marcas de lujo. Louis Vuitton, una de las grandes casas, hacía 70 años que no comercializaba su propia fragancia. El año pasado la división de cosméticos y perfumes de la marca facturó 42.600 millones de euros, un 13% más que en 2016, cuando volvió al mercado.
La firma vende perfumes en unas 300 tiendas en todo el mundo. En su web para China, los precios van desde los 2.100 yuanes hasta los 4.300 yuanes (entre 270 y 550 euros). "En los últimos años, el rendimiento de la industria del lujo no ha sido muy boyante", afirma Neil Wang, presidente de la consultora Frost & Sullivan China. "Los perfumes y cosméticos, con un precio más bajo que el de la moda, ayuda a las marcas a captar nuevos clientes. Crean marca”.
El productor de perfumes Inter Parfums Inc. facturó 522,1 millones de euros en 2017, un 13,5% más que el año anterior. Las ventas de Coach, Montblanc, Jimmy Choo o Lanvin, cuya actividad principal no son los perfumes, crecieron notablemente en este periodo.
Las divisiones de cosméticos y perfumes de marcas de lujo como Chanel, Christian Dior y Givenchy viven un buen momento. Sus colecciones clásicas son líderes de ventas. Algunas marcas más pequeñas, como Jo Malone, Diptyque, AnnickGoutal y Creed, solo producen fragancias y tienden a usar materias primas naturales.
Jo Malone pasó de ser un producto especializado de peluquería a una marca comercial muy conocida. Tiene muchas tiendas repartidas por Beijing, Shanghai, Nanjing, Guangzhou, Chengdu y Hangzhou. "La popularidad de las fragancias de nicho muestra que a los nuevos consumidores les gusta mostrar su personalidad a través de productos diferentes", afirma Wang.
"Los más jóvenes buscan un estilo de vida único y de calidad. Muchos de ellos eligen perfumes de venta en los salones de belleza como una manera de distinguirse". Estée Lauder Companies Inc. compró Jo Malone en 1999, antes de adquirir las marcas Le Labo, Frederic Malle y Kilian. Más tarde, esas firmas abrieron sus propias tiendas y firmaron acuerdos con grandes almacenes.
En los 12 meses hasta junio de 2017, las ventas de Estee Lauder aumentaron un 5% con respecto al periodo anterior, hasta los 10.250 millones de euros. El beneficio fue de 1.080 millones de euros, un 12% más que el año de antes. Las ventas de fragancias aumentaron un 10%. El crecimiento ha sido mayor que el de los productos para el cuidado de la piel y el maquillaje.
En 2017 se vendieron perfumes por valor de 7.000 millones de euros en Estados Unidos, el mercado más grande seguido por Brasil, Alemania, Francia y Gran Bretaña, según la consultora Euromonitor. En los últimos cinco años, las ventas no han parado de crecer en China. El año pasado alcanzaron los 781 millones de euros, un 15% más que el año anterior.
La consultora pronostica que para 2022, las ventas en el mercado chino alcanzarán los 1.090 millones de euros, un 41% más que el año pasado. En China las fragancias de lujo han aumentado más que las de menor precio, que han caído en los últimos cinco años.
De 2013 a 2017, las ventas de fragancias premium para hombres aumentaron de 79 a 107 millones de euros, un crecimiento del 36,6%. En el mismo período, las femeninas pasaron de 341 a 490 millones de euros (43,9%).