Un día después de que China Unicom consiguiera su licencia 5G para uso comercial, el operador de telecomunicaciones anunció la apertura de tiendas en 40 ciudades para que los consumidores pudieran probar aplicaciones basadas en esta tecnología ultrarrápida.
Aunque todavía no es posible realizar pedidos de teléfonos inteligentes 5G en estos establecimientos, allí los visitantes pueden jugar con brazos robóticos mecánicos, ver transmisiones 4K en directo en alta definición, usar gafas de realidad virtual para probar juegos en 3D o conocer de primera mano los smartphones.
Desde que China inauguró la era del 5G el pasado 6 de junio mediante la concesión de cuatro licencias, las aplicaciones de vanguardia están más cerca del público que nunca y los operadores de telecomunicaciones trabajan para construir infraestructuras sólidas de redes que aceleren su comercialización.
“Después del revuelo que ha provocado el 5G, la nueva etapa por fin ha comenzado”, afirma Xiang Ligang, director general de la Alianza de Consumo Informativo, una asociación de la industria de las telecomunicaciones. “Los operadores deben plantearse ahora cómo mejorar la construcción de redes para acelerar al máximo el acceso de los clientes a las aplicaciones 5G y cómo esquivar al mismo tiempo la gran presión financiera que recae sobre ellos”, señala.

China Mobile, el mayor operador de telecomunicaciones del mundo por número de contratos de telefonía móvil, parece haber adoptado una estrategia más agresiva. La compañía calcula que este año invertirá 2.460 millones de euros en la primera fase de la instalación del 5G, su mayor esfuerzo hasta la fecha por atraer licitaciones de redes y probar teléfonos inteligentes.
El pasado 10 de junio, la empresa anunció la compra de 10.100 smartphones de cinco fabricantes chinos para testar la quinta generación de telefonía móvil. Asimismo, aspira a ofrecer en septiembre servicios 5G en 40 ciudades. En la misma línea, el operador China Telecom, que es relativamente pequeño, también acelerará su cobertura 5G en más de 40 urbes y regiones basándose en los ensayos que está llevando a cabo en 17 localidades.
La fase NSA
Wei Leping, funcionario del Ministerio de Industria y Tecnología Informática, el principal regulador de la industria del país, calcula que los tres grandes operadores construirán entre 80.000 y 90.000 estaciones base de 5G este año. “Se trata de un movimiento a gran escala si se compara con lo que están haciendo otros países, como por ejemplo Estados Unidos, que pese a haber sido el primero en comercializar el 5G, apenas cuenta con varios miles de estaciones”, explica Wei.
No obstante, de momento las compañías tienen que pasar por la fase NSA (infraestructura no autónoma, por sus siglas en inglés), lo que significa que las redes 5G no son independientes y deben utilizar la infraestructura del 4G. Esto sucede porque la implantación del estándar SA (o autónomo) todavía no ha terminado y no estará operativo hasta el año que viene.
Como señala Wei, “el uso de NSA puede ayudar a implementar de forma rápida la instalación del 5G, pese a que tiene varias desventajas, entre ellas su alto costo, su gran consumo de energía y la corta vida útil de su servicio técnico. Por este motivo, no resulta adecuado para un desarrollo a gran escala”. El costo del equipamiento NSA para 5G es tres veces mayor que el de las estaciones base 4G.
Zhao Aiming, director adjunto de la Comisión de Supervisión y Administración de Activos del Consejo de Estado, un organismo propiedad del Estado que regula las empresas públicas, incluidas las compañías de telecomunicaciones, señaló en una conferencia reciente que los operadores de redes deben evitar invertir por duplicado en el 5G y prestar atención a los riesgos potenciales que se presenten en su desarrollo industrial.
Fu Liang, un analista independiente que sigue de cerca la industria de las telecomunicaciones desde hace más de una década, advierte de que los operadores de telecomunicaciones se disponen a firmar grandes cheques para poner en marcha el 5G cuando todavía no han recuperado las enormes inversiones que realizaron para construir las redes 4G. Según un informe de la Academia China de Tecnología de la Información y las Comunicaciones, de 2020 a 2025 los operadores del país gastarán en total entre 116.000 millones de euros y 1,5 billones de euros en construir infraestructura 5G.