CERRAR

Este website está editado por el diario China Daily de la República Popular China, que asume toda la responsabilidad sobre sus contenidos

Moda ‘vintage’ tejida de valores
Una de las seis tiendas físicas de ropa de segunda mano que tiene Buy42 en Shanghai.

Moda ‘vintage’ tejida de valores

Una empresa que vende ropa de segunda mano 'online' y en tiendas físicas emplea a discapacitados: ya son la mitad de su plantilla
CAO CHEN / HE QI - 22 Mar 2018 9:00

Normalmente a los expertos en análisis de datos se les relaciona con grandes corporaciones o con incipientes empresas tecnológicas. Yu Shiyao, nacida en la provincia de Zhejiang, desmiente todo lo anterior. Esta joven de 31 años dedica su conocimiento a una organización benéfica. “Después de graduarme, mi idea era trabajar en una gran empresa para crecer profesionalmente y ganar suficiente dinero para dedicarme a causas sociales en el futuro”, cuenta Yu.

En 2011, a punto de terminar su posgrado en EE UU, Yu descubrió Buy42, una empresa de moda sin ánimo de lucro con sede en Shanghai. Desde ese momento sabía que iba a volver a su país.

Buy42 vende prendas de segunda mano que la gente dona. Los ingresos los destina a la compra de calzado para mayores que se recuperan de la lepra. “Esta empresa combina el comercio electrónico con las obras de caridad. Ofrece oportunidades de empleo a discapacitados, una manera de prestar un servicio público en China”, dice Yu.

De vuelta a casa

Nada más regresar a China Yu encontró trabajo como becaria en Buy42. Siete años después se ha convertido en la directora ejecutiva de la organización, que opera en Internet y cuenta con seis tiendas físicas en Shanghai. La previsión es que para finales de este año abran una treintena más.

Por un lado reciben donaciones de 20.000 usuarios que están registrados en la plataforma y por otro, grandes corporaciones como Alibaba, Adidas e Intel colaboran con Buy42 para organizar actividades benéficas.

Yu no olvida cómo fueron las cosas cuando se unió a un equipo de solo cinco miembros. “Conseguir donaciones resultaba muy difícil”, cuenta. “Al principio solo reunimos 1.000 artículos y el salario mensual era de 600 yuanes (76 euros)”. En lugar de darse por vencida y buscar un mejor trabajo, Yu, abnegada, decidió continuar.

Yu Shiyao trabaja en un café en Shanghai. HE QI / CHINA DAILY

“Primero animé a mis amigos y familiares a donar. Después iba puerta por puerta en mi barrio para conseguir más donaciones”, cuenta Yu, que se describe a sí misma como una persona curiosa y persistente dispuesta a enfrentarse a nuevos desafíos. Desde entonces, la organización alzó el vuelo.

Buy42 emplea a un centenar de personas con discapacidades físicas o enfermedades mentales, lo que supone la mitad de su personal. Yu reconoce que es un desafío manejar un equipo así, pero la experiencia y la paciencia ayudan. “Estas personas son sensibles, por lo que debemos ser cariñosos. Si se les trata con respeto y se les pide que hagan el trabajo adecuado a sus necesidades, pueden desarrollar su carrera sin ningún problema”.

Un trabajo integrador

Buy42 contrata personas de todo el país para que trabajen en su negocio online. “Espero contribuir al desarrollo de este tipo de organizaciones benéficas y ayudar a que más personas con discapacidad se integren en la sociedad a través del trabajo”, afirma Yu. “Sirve para que la gente empatice con ellos”, añade.

Hao Jiejing, de 26 años, es un cliente asiduo que trabaja cerca de una de las tiendas de Buy42. “Cuando compro tengo la sensación de que no solo lo hago para mí, sino para ayudar a los demás”, explica con entusiasmo.

Wang Zhiying, que forma parte de la plantilla de Buy42 desde 2016, es gerente de la tienda de Jiangning Road, en el centro de Shanghai. “El 90% de las existencias proviene de donaciones de empresas. El precio que ponemos a esos productos está entre un 50 y un 70% de su valor de mercado”, cuenta, sabedor del buen descuento que supone en prendas de calidad.

“Esperamos que las donaciones aumenten. Eso quiere decir que existe una mayor conciencia por los actos benéficos y al mismo tiempo es una forma de reciclar, que va en favor de la sostenibilidad”, concluye Wang.