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Oportunidades para crecer
Cadena de producción de una empresa española de electrónica en Hai’an, provincia de Jiangsu. 

Oportunidades para crecer

El gran mercado interno de China, unido a su potente red de fabricación y distribución, no deja de atraer capital extranjero. Las inversiones internacionales han aumentado más del 16%
LIU ZHIHUA - 31 Oct 2022 9:34

La multinacional británica Halma anunció el pasado septiembre que invertirá en un centro de producción, investigación y desarrollo ubicado en Shanghai. Cuando esté terminado, se convertirá en la mayor sede integral de la empresa, así como en una pieza clave de su cadena de distribución por todo el mundo. Halma, un conglomerado que se dedica a la seguridad, el medio ambiente y la salud, cotiza en el FTSE 100, el índice de referencia de la Bolsa de Londres, y cuenta con más de 30 empresas que operan en China.

Una fuente de innovación

En un contexto que presenta múltiples desafíos a nivel internacional y doméstico, el reciente movimiento de la empresa británica ilustra bien cómo la inversión extranjera directa está perfilando un panorama alentador en China, sobre todo en los sectores de la alta tecnología y los servicios. 

“Halma sigue contemplando China como un motor de crecimiento a largo plazo que será clave para la compañía durante los próximos 10 o 15 años”, afirma Aldous Wong, miembro de la junta ejecutiva de Halma y presidente de su división de Asia Pacífico. “No solo concebimos China como un mercado, sino también como una fuente de innovación. La sede de Shanghai supondrá un gran paso para mejorar nuestra capacidad en I+D y agilizar nuestra cadena logística en el país y en la región de Asia Pacífico”, explica.

Expertos y ejecutivos auguran que China atraerá más inversión extranjera en el futuro. Gracias a la apertura del país y a las constantes mejoras económicas que está llevando a cabo, su gran mercado interno continuará expandiéndose y ganará peso en las cadenas industriales y logísticas. Conforme se produzcan estos avances, la nación irá teniendo más capacidad para compartir dividendos con empresas extranjeras, algo que a su vez facilitará los intercambios comerciales transfronterizos y el crecimiento económico de China. 

Durante los primeros ocho meses del año, el país hizo un uso real de 892.740 millones de yuanes (127.310 millones de euros) de capital extranjero, un 16,4% más que en el mismo período del ejercicio anterior, según el Ministerio de Comercio. La inversión exterior destinada al sector servicios ha crecido un 8,7% respecto al año anterior y ha alcanzado los 662.130 millones de yuanes (94.430 millones de euros). Por otro lado, la correspondiente al ámbito de la alta tecnología ha experimentado un incremento del 33,6%. Dentro de esta rama, la inversión en fabricación ha aumentado un 43,1%, mientras que la encaminada a servicios lo ha hecho un 31%. 

“Además de contar con un vasto mercado interno, China compite con ventaja a la hora de atraer inversión extranjera gracias a su rico tejido industrial y a su gran capacidad de distribución”, recalca Liu Ying, investigadora del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China, en Beijing. “A pesar del panorama político y de las presiones que ejercen los movimientos antiglobalización, la mayoría de los inversores extranjeros mantiene su compromiso con el mercado chino porque sabe que, además de sobresalir respecto a otros, va a seguir ofreciendo ganancias y oportunidades comerciales”, explica. 

Según desvela Zhang Jianping, director del centro de cooperación económica regional de la Academia de Comercio Internacional y Cooperación Económica de China, muchas firmas internacionales están apostando por invertir más en el país con el fin de aprovechar el potencial que ofrece su mercado. Sin embargo, otras lo hacen por su enorme capacidad para producir y distribuir a escala mundial, que además va en aumento. 

La multinacional estadounidense Ingredion Incorporated, que se dedica al sector alimentario en todo el mundo, concede por ejemplo mucha importancia a las cadenas de producción y logística chinas. Hace poco ha abierto en Dezhou, provincia de Shandong, la tercera de sus fábricas en el país y, con ella, confía en poder doblar su producción de almidón.