Ni la volatilidad del mercado internacional ni la pandemia de la covid-19 han alterado la confianza que el banco francés BNP Paribas tiene depositada en el mercado chino, según demuestran sus continuas inversiones.
“Durante los últimos 18 meses, el grupo ha colocado 5.300 millones de yuanes (698 millones de euros) de capital adicional en las empresas conjuntas que tiene en China”, afirmó el mes pasado Bruno Weill, principal representante de BNP Paribas en China. Además, añadió que la entidad “tiene previsto invertir entre 1.500 y 2.000 millones de yuanes (entre 198 y 263 millones de euros) más en los próximos 12 meses”.
La presencia de empresas internacionales de gestión de activos e instituciones financieras no es algo nuevo en Shanghai. Al menos 122 compañías de gestión de activos procedentes de 13 países están operando en el centro financiero de Lujiazui, al este de la ciudad. De las 1.736 instituciones financieras con licencia que hay registradas en Shanghai, 539 proveen servicios financieros extranjeros.
Casi la mitad de los bancos internacionales, las sociedades mixtas de gestión de activos y las aseguradoras extranjeras que operan en China han elegido Shanghai para establecer su sede en el país. Todo ello ha consolidado el papel de la urbe como centro financiero internacional. Según la Comisión Municipal de Desarrollo y Reforma de Shang- hai, la ciudad facturó el año pasado 2.933 billones de yuanes en negocios del sector financiero (386 billones de euros), más del quíntuple de los 528 billones de yuanes (69 billones de euros) que movió en 2012.
Nuevos lanzamientos
Los avances registrados en el sector financiero son solo un ejemplo del intenso esfuerzo que ha realizado la ciudad para favorecer su apertura bidireccional.
La Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés), que se celebra todos los años en Shanghai desde 2018, se ha convertido en una gran plataforma para potenciar la apertura también en el resto de China.
Además de cerrar acuerdos cuyo valor se estima en 345.800 millones de dólares (316.200 millones de euros), durante las últimas cinco ediciones la cita ha acogido el debut en el país asiático o en el mundo de hasta 2.000 nuevos productos, tecnologías y servicios. Esta última tendencia se extiende más allá de la CIIE y cada vez más marcas chinas y extranjeras eligen la metrópolis para lanzar sus tiendas o productos. Según la Comisión Municipal de Comercio de Shang-
hai, durante los cuatro primeros meses de este año se abrieron en la urbe 375 nuevos establecimientos.
Entre tanto, la Zona Piloto de Libre Comercio de China (Shang-
hai), constituye otro de los mejores ejemplos de la innovación sistemática que se está llevando a cabo. Oficialmente en funcionamiento desde 2013, esta zona franca se amplió en 2015 y 2019.
La lista negativa para la inversión extranjera, que se estableció por primera vez en la zona de libre comercio de Shanghai, se extendió en julio de 2017 a toda China. Además, el Ministerio de Comercio aseguró a principios de marzo que se estaba intentando recortar la lista negativa nacional con el fin de reducir los límites establecidos para el capital extranjero en ciertos sectores.
El área especial Lin-gang, que forma parte de la zona franca de Shanghai y que se inauguró de manera oficial en agosto de 2019, también da fe de esta apertura. Con su libertad de comercio, inversión, flujo de capitales, transporte o empleo, ha atraído a empresas como Tesla, que ha establecido allí su primera “gigafábrica” de coches fuera de Estados Unidos.