El Zoológico Forestal de Hongshan en Nanjing está volviendo a nacer. Este recinto de la provincia de Jiangsu, en pie desde la década de 1920, luchó el año pasado por mantenerse a flote durante el parón provocado por la covid-19. Ahora está inmerso en un gran cambio gracias a Shen Zhijun, de 50 años, que en 2008 se convirtió en el director más joven de su historia.
Horticultor y defensor del bienestar animal, se ha empeñado en que el espacio deje de ser un zoo tradicional y se convierta en un centro de conservación de la vida salvaje. En agosto recurrió a Internet para anunciar las reformas del parque, que tiene una superficie de 65 hectáreas y se ubica en los bosques de las montañas situadas al norte de Nanjing. Se ha fijado un plazo de diez años para acometerlas.
Desde que asumió el mando, Shen ha transformado el paisaje y ha prohibido los espectáculos de animales, una fuente de ingresos para muchos zoológicos. También ha creado un estanque y una ducha gigante para los elefantes, además de un espacio frondoso para que los orangutanes jueguen en su valle. Por último, ha habilitado un espacio selvático destinado a los casuarios, un tipo de ave muy agresiva que procede de Australia y que está en peligro de extinción.
Shen no solo espera que allí puedan pasear tranquilamente y aparearse, sino que se convierta en un lugar tranquilo y apartado al que puedan acudir otros inquilinos del zoo que estén a punto de dar a luz. “Descansar es un derecho animal básico”, asegura Shen en su conferencia A la búsqueda de un zoo, que fue organizada por Yixi.tv y puede verse online. El vídeo, en el que relata todos los cambios que estaba llevando a cabo, le convirtió de la noche a la mañana en una estrella de Internet.
En la presentación, que dura 30 minutos, también puede verse cómo su equipo utiliza tecnología 3D para reparar el diente de un mono o restaurar el pico roto de una grulla de corona roja. Además, Shen describe las avanzadas técnicas que se están utilizando para estudiar los hábitos reproductivos de los casuarios, o cómo el personal del zoo hizo lo imposible para intentar que una cría abandonada de chimpancé pudiera reunirse con su grupo.
Con vocación verde
Para aprovechar la ola de interés que ha despertado el vídeo, el zoo ha lanzado una campaña en la que anima a los internautas a “adoptar” animales del centro por temporadas cortas. Por ejemplo, si se juntan 20 personas, pueden apadrinar entre todas a un leopardo durante un año por 100 yuanes (13 euros), el doble de lo que cuesta la entrada. A cambio, los benefactores reciben noticias periódicas sobre los ejemplares que han adoptado y están invitados a visitarlos.
Gracias a estas fórmulas innovadoras para recaudar fondos, Shen ha logrado revertir la precaria situación económica provocada por la pandemia. Cree que el éxito de su charla se debe a que ha sabido comunicar cuál es la auténtica misión de un zoológico moderno: “Tiene que educar al público en el respeto al medio ambiente y hacerle entender que de él depende la supervivencia de los seres humanos y de los animales. También debería servir para que las personas empaticen con la vida salvaje y transformen ese sentimiento en acciones”.