"Contempla las estrellas, mira cómo brillan para ti”, cantaba Coldplay para describir la facilidad con la que los observadores de astros disfrutan del cielo. Sin embargo, para Ye Ziyi, de 28 años, es un proceso más complicado. Carga con el pesado equipo fotográfico y viaja por el mundo para capturar hermosas imágenes del firmamento.
En 2016 Ye ganó el concurso Internacional de Fotografía de Tierra y Cielo en la categoría Belleza del Cielo Nocturno que se celebra en Calabasas, California, y en el que colabora Astrónomos sin Fronteras. La joven beijinesa afirma que se presentó no solo por ella sino por otros entusiastas de la fotografía.
Estrellas ocultas
“Hay buenos fotógrafos en China, pero la barrera del idioma y las pocas oportunidades que se les presentan hace que sea difícil tener visibilidad en el exterior”, explica con resignación. “Estos premios me permiten conocer a más profesionales y aprender de ellos, así como mostrar a los medios extranjeros y al público el trabajo que estamos haciendo”, añade.
Un año después de ganar el concurso, la NASA seleccionó la imagen ganadora, Luminous Salar de Uyuni, como la foto astronómica del día el 15 de abril de 2017. La captura muestra estrellas de la constelación de Orión, conocida como el Cazador, y Aldebarán, la estrella más brillante de Tauro (El Toro), que cuelgan sobre el cielo de Bolivia. Debajo, los bordes luminosos del desierto de sal Salar de Uyuni, en el suroeste del país y a 3.663 metros de altitud, se siguen hasta el horizonte. “Mi esfuerzo recibió el reconocimiento que merecía. Estoy muy contenta por ello”, dice. “Es un sueño hecho realidad”.
Una foto de una aurora boreal tomada por Ye desde un avión. CEDIDA A CHINA DAILY
Su amor por las estrellas, auroras y eclipses solares comenzó en un club de astronomía del instituto. Cuando tenía 15 años, su profesora de geografía le enseñó a contemplar el firmamento con un telescopio. Estaba impresionada. “Mi curiosidad por el cielo me ha llevado a recorrer grandes distancias, con o sin compañeros”.
Desde 2009, para disparar un eclipse solar total ha viajado a Shanghai, Kenia, el Océano Ártico, Indonesia y EE UU. Un eclipse de este tipo dura varias horas mientras que el momento de la totalidad se extiende desde unos pocos segundos hasta siete minutos y medio. Registrar uno de sol total exige la paciencia del fotógrafo y un poco de suerte. “Los dos primeros viajes fueron infructuosos debido al tiempo”, cuenta sin cesar en el empeño.
Para tomar la ansiada imagen, la fotógrafa llevaba casi el peso de su cuerpo en aparatos. Tomó varios ferries, trenes y aviones, y tuvo que aguardar cinco horas a temperaturas bajo cero en el archipiélago de Svalbard (Océano Ártico) en marzo de 2015, antes de ser testigo del fenómeno astronómico. “Lo que había imaginado distaba mucho de lo que vi. Quiero mostrar la belleza y el poder de la naturaleza a través de mis fotos”.
De la oficina a la montaña
Ye renunció a su trabajo en una agencia de publicidad para convertirse en una cazadora de estrellas a tiempo completo. Desde que sustituyó la rutina por la persecución espacial, ha pasado la mitad de su vida en la carretera y ha acampado en montañas deshabitadas y en valles remotos. Siempre a la espera del momento perfecto para disparar.
“Perseguir estrellas suena romántico, pero no es así. A veces implica dormir en un campo de estiércol y estar expuesto a la curiosidad de los animales”. Un día, mientras Ye y sus colegas descargaban el equipo en el Parque Nacional Yellowstone, apareció un ciervo, los miró y desapareció. “Cuando me quise acercar ya se había ido. La fotografía inmortaliza un momento efímero”. Ye no escatima esfuerzos en registrar la belleza fugaz del cielo.