Puede conducir sola, evitar obstáculos y responder a la voz de su dueño. Un grupo de científicos chinos ha logrado construir una bicicleta autónoma gracias a un chip llamado Tianjic, que funciona como si fuera el cerebro del vehículo y combina aprendizajes automáticos basados en la informática con enfoques inspirados en la mente humana.
Según afirma el equipo, se trata de un gran paso en el campo de la inteligencia general artificial (AGI, por sus siglas en inglés), que estudia la capacidad de las máquinas para aprender las mismas tareas intelectuales que las personas.
Un chip “revolucionario”
La empresa de comunicación china Synced, fundada en 2014 y la primera del país especializada en información sobre tecnología de vanguardia, califica el chip de “revolucionario”, ya que combina el enfoque computacional con el neurocientífico, algo muy difícil de conseguir debido a las fuertes diferencias e incompatibilidades entre los dos sistemas.
El avance, publicado en julio en la revista Nature, es obra de Shi Luping y sus colegas del Centro para la Investigación de Computación Inspirada en el Cerebro de la Universidad de Tsinghua, que también han aportado un vídeo que prueba su hazaña.
“Hemos demostrado que un solo chip puede procesar de forma simultánea algoritmos y modelos versátiles en el sistema de una bicicleta no tripulada, de forma que detecta objetos en tiempo real, sigue la pista del vehículo, atiende a la voz, evita obstáculos y consigue mantenerse en equilibrio”, explican.
Para la revista MIT Technology Review, prueba la capacidad para crear chips de China, que hasta ahora dependía de los fabricados en el extranjero.