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Shanghai se toma muy en serio la clasificación de basura
Una cliente clasifica los restos de su comida en un restaurante de Shanghai especializado en marisco el pasado 30 de junio.

Shanghai se toma muy en serio la clasificación de basura

El nuevo reglamento de la ciudad, en vigor desde el 1 de julio, obliga a vecinos y empresas a separar los residuos de forma correcta. Hay multas, pero también incentivos
XING YI - 30 Jul 2019 15:37

En las últimas semanas, Alizee Buysschaert no para de recibir consultas sobre cómo clasificar bien la basura. Esta belga residente en Shanghai es la fundadora de Zero Waste Shanghai, una consultoría sobre reciclaje de residuos que también organiza talleres didácticos. Desde que el 1 de julio entró en vigor un reglamento municipal sobre la gestión de los desechos domésticos, el tema ya no solo afecta a los especialistas como ella, sino a todos los habitantes de la ciudad.

“Todos me preguntan: amigos, clientes, expatriados y chinos desde Guangzhou a Beijing. Incluso ayer por la noche escuché a unas personas hablar sobre ello en un bar”, explica la experta, que diseña actividades educativas y utiliza un kit para enseñar a sus clientes a reciclar correctamente. “Las cosas cambian muy rápido”, afirma Buysschaert, que recuerda que la primera vez que llegó a Shanghai, en 2014, la gente no estaba muy al tanto de la importancia de la clasificación de basura y toda la basura iba a parar a la misma papelera.

Cuatro categorías de desechos

El nuevo reglamento urbano, que fue votado y aprobado por los legisladores de la ciudad el pasado mes de enero, obliga a cada hogar e institución a clasificar su basura en cuatro categorías: reciclaje, orgánico o residuos de cocina, desechos peligrosos y resto.

Quienes no cumplan la normativa recibirán una multa de 200 yuanes (26 euros), que puede elevarse hasta los 50.000 yuanes (6.512 euros) en el caso de empresas infractoras. Al mismo tiempo, se ha establecido un sistema de incentivos que premia a las personas que tiren la basura en determinadas áreas y horarios establecidos, de acuerdo con una iniciativa implementada por la Oficina Administrativa de Paisajismo y Aspecto de la Ciudad de Shanghai. Si se hace bien, se reciben puntos que luego pueden canjearse para comprar productos del hogar, como pañuelos y jabón.

Mucho antes de que la regulación entrara en vigor, diferentes distritos de Shanghai ya aplicaban programas piloto de clasificación de residuos. Luego se imitaron y se difundieron por toda la ciudad.  

Educando a la población

Wang Cai trabaja como monitor de clasificación de basura en Gaojing, un condado del del distrito de Baoshan que seleccionó diez vecindarios para ensayar esta práctica a pequeña escala. Fue reclutado por una empresa de saneamiento local en 2017 y se convirtió en uno de los primeros en desempeñar la tarea de educar a los demás.  

“En aquel momento, tuvimos que ordenar los residuos depositados por los residentes y enseñarles cómo hacerlo”, señala. “Entonces la gente no cooperaba tanto e incluso alguno se reía de nosotros diciendo: ‘¿Por qué hay que molestarse en separar esto? La basura clasificada es solo basura”.

Wang recuerda cómo hubo que explicarles que los desperdicios orgánicos pueden convertirse en compost, que los restos se pueden quemar para generar electricidad y que el reciclaje permite salvar los recursos naturales. Según indica, la actitud de los vecinos fue cambiando poco a poco, sobre todo en los meses posteriores a la entrada en vigor del reglamento municipal. “Ahora me ven como a un experto. Me consultan sus dudas cuando no saben a qué contenedor acudir y se me dirigen a mí amablemente por mi trabajo. Nunca me había sentido tan orgulloso de mi labor”, afirma Wang.

Además de los monitores como él, los voluntarios locales también desempeñan un papel importante. Zhu Yinglei, jefe del Partido del subdistrito municipal nº 3 de Gonghe, visita todos los días desde junio los puntos limpios de los vecindarios junto a otros voluntarios. De 6.30 a 8.30 y de 18.00 a 20.00 revisan que los residentes hayan separado la basura de forma correcta. El cambio también se ha notado en el transporte, que según Li Zhongjie, subdirector de Gaojing Environment Sanitation Co, está funcionando a plena capacidad. “Cada día recibimos más desperdicios orgánicos”, asegura.