Muchos espectadores se quedaron impresionados con el armazón mecánico que usaba Tom Cruise en Al filo del mañana. No es un efecto especial más del cine. Se trata de algo muy real. Ingenieros chinos del Instituto de Mecatrónica y Controles de Precisión de Beijing van a producir en serie uno de estos robot-esqueleto conocidos como exoesqueletos.
El traje tiene dos partes, brazos y piernas, que operan de manera independiente. Pesa 39 kilos, permite al que se lo pone transportar hasta 50 kilos y caminar tres horas a 4 kilómetros por hora. Es muy flexible y ágil: los usuarios pueden ponerse en cuclillas, arrodillarse, subir escaleras o incluso dar una patada lateral.
Yu Zhiyun, investigador jefe del Instituto, habló con China Daily en la Conferencia Mundial del Robot 2018 celebrada el 17 de agosto en Beijing. Según él, su equipo se ha servido de la experiencia adquirida en el desarrollo de cohetes para construir el exoesqueleto. “Los motores eléctricos, dispositivos de transmisión y servosistemas se utilizan en los cohetes. Los mecanismos de control de movimiento y administración de energía son similares a los de los propulsores”, explica.
Los exoesqueletos habían sido diseñados para personas con movilidad reducida, pero potencialmente tienen múltiples usos. “Pueden ayudar a los soldados a portar equipos pesados cuando están en una región montañosa a la que los vehículos no llegan”, cuenta Yu. “Los bomberos lo pueden usar en rescates. El personal que carga el equipaje en estaciones y aeropuertos o los repartidores que manipulan paquetes”, enumera.
Los exoesqueletos aumentan la fuerza de brazos y piernas, por lo que la salud de los trabajadores se resiente menos. Los primeros en probar estos exotrajes serán los propios empleados del Instituto: “Las piezas con las que ensamblan los cohetes son pesadas”, explica Yu.