Desde que, en diciembre del año pasado, echó a andar la Zona de Innovación Ecológica y Digital de China y la UE en la provincia insular de Hainan, el proyecto se ha convertido en un campo de pruebas para que ambas potencias colaboren a la hora de testar tecnologías verdes, gestionar las emisiones de carbono de forma digital y explorar el binomio clima-salud, un área científica emergente.
El parque industrial digital de cero emisiones, que se encuentra en el condado autónomo de las etnias li y miao de Baoting, en Hainan, nace con vocación de combinar desarrollo económico y sostenibilidad. Se trata de una iniciativa que lidera la Oficina de Cooperación entre China y la UE para la Neutralidad de Carbono, cuya principal misión es establecer dos referencias internacionales: una zona piloto para que China y Europa puedan armonizar sus estándares de carbono; y un campo de pruebas para aplicar la Declaración sobre Clima y Salud de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Durante los días 21 y 22 de octubre, Baoting acogió el Diálogo de Alto Nivel de Amigos del Acuerdo de París 2025, una plataforma internacional que abandera los debates sobre el cambio climático.
Zheng Xinli, reconocido economista y exsubdirector de la Oficina de Investigación Política del Comité Central del Partido Comunista de China, destacó que “la zona es producto de una innovación colectiva: se realiza desde muchos países, a distintos niveles y desde diferentes disciplinas”. Según dijo, “convertirá el Puerto de Libre Comercio de Hainan en una plataforma abierta e internacional que permitirá colaborar en materia de clima y desarrollo sostenible, al tiempo que participará de las acciones climáticas de Naciones Unidas y estará alineada con sus objetivos de desarrollo sostenible”.
Mu Kerui, secretario del Partido en Baoting, afirmó que el proyecto permite al condado dejar su huella tanto en la ONU como en los marcos estratégicos nacionales. Para el conjunto del país, la zona es una iniciativa que apoya el objetivo chino de “doble carbono” y contribuye a luchar contra el cambio climático. Para la provincia, se trata de una práctica insignia a la hora de desarrollar fuerzas productivas de nueva calidad, así como una forma de apoyar las pruebas que persiguen implementar la civilización ecológica que persigue China en el Puerto de Libre Comercio de Hainan.
“El proyecto es una gran oportunidad para que Baoting transforme su economía y se posicione en el ámbito internacional”, señaló. Asimismo, Mu añadió que se crearán sistemas y mecanismos para que regiones marinas e insulares puedan aceptar mutuamente sus estándares de huella de carbono.
Hasta ahora, los equipos de planificación han esbozado 15 proyectos industriales y 24 proyectos concretos basados en situaciones hipotéticas. Con ellos buscan alcanzar una doble meta: crecimiento económico y cero emisiones. El objetivo de la primera área piloto, que se denomina Proyecto para la Neutralidad de Carbono de Ningyuan, es convertirse en un destino de referencia internacional para abordar la lucha contra el cambio climático. Se trata de uno de los proyectos clave de la provincia de Hainan que ensayan la implantación de la civilización ecológica.
Las autoridades de Baoting también han elaborado una hoja de ruta para alcanzar la neutralidad de carbono dentro del condado. Para 2028, se proponen establecer un sistema industrial ecológico y bajo en carbono –centrado en la salud, el turismo, la cultura y la agricultura– y alcanzar el pico de emisiones de CO₂ antes de 2030, el plazo fijado por China.
La zona de innovación ha recibido un importante respaldo internacional. Laurence Tubiana, directora ejecutiva de la Fundación Europea para el Clima, exembajadora de Francia para el cambio climático y representante especial para la COP21, elogió el proyecto y expresó su deseo de que inspire a otros territorios para alcanzar sus objetivos climáticos. “Es un ejemplo para las regiones insulares y aporta una valiosa experiencia para la cooperación entre China, Europa y organizaciones internacionales”, afirmó.
Este respaldo internacional experimentó un nuevo impulso en marzo, cuando el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, junto con sus socios chinos, lanzó un proyecto de innovación ecológica y digital en Baoting. Con él se persigue acelerar la transición ecológica en el país asiático, mejorar su resiliencia climática y fomentar la cooperación internacional a través de mecanismos que permitan intercambiar políticas, estándares y conocimientos, en particular entre los países en desarrollo y las regiones insulares.