Lyu Xueyi lleva más de tres años trabajando como vigilante en la Reserva Natural Nacional de Focas Machadas de Dalian. Sin embargo, casi nunca ha visto una en libertad. No es algo malo, aclara. Y tampoco le preocupa. A estos animales les gusta permanecer lo más lejos posible de los humanos, así que, si no aparecen, significa que están a salvo.
Lyu, de 39 años, sale a patrullar junto a sus compañeros más de tres veces al mes por el litoral de la reserva, que se extiende a lo largo de 370 kilómetros.
La foca manchada o Phoca largha es el único pinnípedo que se reproduce en las costas de China y en 2021 pasó a estar protegida en todo el país con el máximo nivel de salvaguarda.
El doble de ejemplares
Desde un punto de vista ecológico, los ejemplares de esta especie que viven en el mar de Bohai están aislados del resto de regiones del mundo, algo de especial relevancia a la hora de proteger la biodiversidad.
De los ocho lugares reconocidos de reproducción de focas manchadas que hay en el planeta, la bahía de Liaodong es el que se encuentra más al sur. Los animales suelen llegar hasta allí en noviembre desde el océano Pacífico, dan a luz en enero y regresan nadando en mayo. Para proteger mejor a estas focas, las autoridades municipales de Dalian crearon en 1992 una reserva natural. Pasó a ser de categoría nacional en 1997 y hoy cubre 560.000 hectáreas.
Desde enero de 2002, parte de ese territorio fue nombrado humedal de importancia internacional en virtud del Convenio de Ramsar, cuya vocación es salvaguardar este tipo de ecosistemas. Esta zona cuenta con 26 especies de fitoplancton, 25 de zooplancton y 35 de animales acuáticos, entre los que se encuentran las focas manchadas y rorcuales menores.
“En 2005, cuando se creó la oficina de la reserva natural, había menos de 1.000 focas manchadas en toda la bahía de Liaodong”, recuerda Shi Xiaoming, su director. “Hoy son cerca de 2.000”.