Cuando a Li Chunru le enviaron aquella grulla blanca herida, el animal se debatía entre la vida y la muerte. Corría el año 2015 y él reaccionó al instante. Pasó 24 horas cuidándola y luego estuvo alimentándola durante días, utilizando una pipeta para darle zumo de maíz. Estaba tan débil que no podía comer por sí sola y acabó bautizándola como Xiao Bai.
Sin embargo, este pájaro con nombre propio no es el único que ha salvado Li. Hace una década, este hombre de 78 años montó un centro de rescate de aves migratorias en Dongzili, su aldea de la provincia de Jiangxi, donde ha atendido ya a más de 2.200 aves. Gracias a su labor, este año ha sido elegido como uno de los 100 voluntarios ejemplares en la protección del medio ambiente de China.
El día en que cambió todo
Su pasión por el cuidado de las aves migratorias se remonta a los años ochenta, hace cuatro décadas, cuando su aldea fue azotada por unas fuertes lluvias torrenciales. El pueblo está cerca del lago Poyang, el más grande de agua dulce del país, y durante el temporal se escucharon fuertes graznidos de pájaros en peligro. Al acudir a un bosque que estaba cerca de su casa, Li descubrió que muchos nidos se habían caído de los árboles y que el suelo estaba lleno de crías luchando por sobrevivir en medio del aguacero. Ante aquella escena, acabó llevándose a su casa 500 polluelos heridos. En aquel momento, era tan solo un agricultor, pero se formó en la escuela de medicina de Jiujiang, la ciudad a la que pertenece su aldea, y finalmente pudo curar y liberar a 300 crías.
Aquel incidente despertó una pasión que ya nunca le ha abandonado y que en 2012 le condujo a abrir su propio centro de rescate, donde pagaba de su bolsillo los medicamentos. No obstante, lo que antes era una afición se ha convertido en un trabajo. Sigue patrullando cada día 7,5 kilómetros por las orillas del lago Poyang, pero ahora recibe una ayuda de 900 yuanes (130 euros) al mes de la protectora local de aves migratorias entre septiembre y abril. “Estoy encantado de poder dedicar el resto de mi vida a cuidar de estas maravillosas criaturas”, asegura.