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La ecología como motor de desarrollo
Dos turistas dan un paseo aéreo en un resort de Anji, en la provincia de Zhejiang. 

La ecología como motor de desarrollo

El programa del Banco Liangshan abre una nueva puerta a la financiación verde. En las zonas rurales de la provincia de Zhejiang, aquellas personas y proyectos que conservan el entorno natural obtienen su recompensa
HOU LIQIANG - 18 Oct 2021 8:58

Cuando los padres de Wang Suqin abandonaron su típica casa  de pueblo en las montañas de la provincia de Zhejiang, la vegetación no tardó en invadir el patio. Se marcharon hace una década. “El bambú y las malas hierbas crecieron tan rápido que llegaron casi hasta las habitaciones”, recuerda Wang, quien relata que la familia abandonó la vivienda porque podía derrumbarse en cualquier momento.

La mujer, de 47 años, no contaba con recibir 118.000 yuanes (15.490 euros) a finales del año pasado por transferir el derecho de uso de la propiedad, que se encuentra en la aldea de Shenxiwu, en el condado de Anji. Sin embargo, fue lo que sucedió después de que el Gobierno local lanzara el programa Banco Liangshan en julio de 2020. Se trata de un fondo destinado a los habitantes de la zona por haber contribuido a conservar el medio ambiente, algo que históricamente apenas les había proporcionado beneficios económicos.

 Liangshan  significa “dos montañas”, por lo que el nombre del banco entronca con el concepto que expuso en 2005 durante una visita a Anji el hoy presidente del país, Xi Jinping, cuando era secretario del Partido de Zhejiang: “Las aguas claras y las montañas frondosas son bienes de incalculable valor”. 

Además de funcionar igual que una entidad crediticia tradicional, el banco actúa como una plataforma que incorpora recursos verdes y los transforma en patrimonio con posibilidades de desarrollo. 

El pueblo de Tianzihu, en Anji, se ha beneficiado del Banco Liangshan. XU YU / XINHUA

El murmullo de los arroyos, la vegetación y el aire fresco hacen que la tierra natal de Wang sea un lugar muy atractivo para los turistas y que a ella le traiga muchos buenos recuerdos. Para sus padres, mudarse fue una decisión difícil, pero su salud estaba delicada y la zona tiene pocos hospitales. Además, durante años apenas sacaron partido de ese privilegiado entorno.

Según cuenta Wang, la pareja solía vender bambú, pero conforme fueron cayendo los precios de la cosecha, tuvo dificultades para vivir de su plantación, de siete hectáreas. Ahora, tras el lanzamiento del Banco Liangshan, su hija pretende obtener un mayor rendimiento. 

A cambio del compromiso de no causar daños al medio ambiente, una empresa ha acordado alquilar la casa de sus padres al banco, junto con la de sus vecinos, para desarrollar un complejo rural de lujo. Cuando los turistas vayan llegando, es probable que la compañía también arrende la plantación de bambú de la familia. 

Abiertos al ecoturismo

Se espera que muchos otros habitantes de Anji se beneficien del programa del Banco Liangshan. Según el Gobierno del condado, el programa ha incorporado casi 6.700 hectáreas de bosque, más de 200 viviendas vacías y masas de agua combinadas con una superficie de un kilómetro cuadrado. 

El banco ha desarrollado 19 proyectos, muchos de ellos relacionados con el ecoturismo. También ha contribuido a recaudar 1,44 millones de euros para negocios rurales colectivos y creado 1.430 puestos de trabajo. 

Anji encabeza una campaña nacional destinada a poner en valor los bienes ecológicos, algo que las autoridades del país definen como “elementos naturales que protegen los ecosistemas, garantizan la función reguladora ecológica y proporcionan un buen entorno para la vida, incluyendo aire fresco, agua limpia y un clima agradable”.

Según recogió el Consejo de Estado en un comunicado de 2010, algunas de esas funciones reguladoras consisten en absorber dióxido de carbono, producir oxígeno, limpiar el aire, conservar la biodiversidad, controlar la desertificación y prevenir la aparición de fuertes vientos.

A finales de abril, la Oficina General del Comité Central del Partido Comunista de China y la Oficina General del Consejo de Estado publicaron de manera conjunta una directriz en la que se comprometían a establecer un marco político básico para poner en valor los bienes ecológicos para 2025. En la actualidad, las autoridades centrales realizan transferencias para redistribuir la riqueza a las regiones más necesitadas y así recompensar a las zonas que son clave para la conservación medioambiental. Según el Ministerio de Hacienda, el Gobierno central pretende destinar 88,2 billones de yuanes (11.580 millones de euros) a estas áreas este año, un 11% más que el anterior. 

Con información de Wang Jian y Ma Zhenhuan