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La ecología, eje del desarrollo nacional
Una niña alimenta a una gaviota reidora junto al paseo fluvial de Kunming, en la provincia de Yunnan. 

La ecología, eje del desarrollo nacional

China continuará aumentando la protección de sus recursos naturales, una política que ya ha logrado salvar a varias especies de la extinción
YANG WANLI - 20 Dic 2021 7:33

Bajo el liderazgo del Partido Comunista de China (PCCh), el país seguirá manteniendo su estrategia de desarrollo verde, aumentando la protección de sus recursos naturales y contribuyendo a la conservación ecológica del planeta. 

En la sexta sesión plenaria del XIX Comité Central del PCCh, que se celebró del 8 al 11 de noviembre, se aprobó una resolución que recoge los principales logros del Partido durante el último siglo, así como su experiencia a lo largo de la historia.

“Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido, el Comité Central ha dedicado más esfuerzos que nunca a la conservación ecológica. El Partido y la nación al completo son más conscientes y activos en la búsqueda de un desarrollo verde y han conseguido avances significativos para construir una China bella”, afirma el documento. En él, el Comité Central del PCCh subraya también que este camino es de vital importancia para que el país alcance un desarrollo sostenible.

Desde 2012, la idea de construir una civilización ecológica ha adquirido más relevancia en China conforme ha ido calando en el país la Teoría de las Dos Montañas. Formulada por el presidente, Xi Jinping, concibe “las aguas claras y las montañas frondosas” como “bienes de incalculable valor”.

El informe presentado en el XVIII Congreso Nacional del PCCh de 2012 considera que el desarrollo ecológico es una misión importante dentro del plan general del país y se marca el objetivo de construir una China bella. En aquella reunión también se incluyó en los Estatutos del PCCh el concepto de eco-civilización como premisa para el desarrollo. Fue la primera vez en el mundo que un partido en el Gobierno destacaba el desarrollo verde entre sus grandes líneas de acción. 

De acuerdo con la resolución aprobada en noviembre, los esfuerzos del país por proteger el medio ambiente han conseguido cambios radicales, históricos y transformadores. Según cifras de la Administración Nacional de Silvicultura y Praderas, se han plantado 35,27 millones de hectáreas de árboles y la superficie de vegetación en las praderas ha aumentado en un 56,1%.

Además, el país ha creado reservas naturales que abarcan el 18% de su territorio terrestre, con lo que se ha conseguido salvaguardar al 71% de las especies de fauna y flora silvestres protegidas por el Estado. El año pasado también arrancó un programa piloto para convertir las praderas chinas en parques naturales, para el que se han creado 39 reservas de carácter experimental que cubren 147.000 hectáreas en 11 provincias y regiones autónomas.

Gracias a estos esfuerzos de protección medioambiental, las poblaciones de algunas especies salvajes que estaban en peligro de extinción en China han crecido de forma estable durante los últimos cinco años.

Objetivos específicos

Después de décadas consagradas a la protección de su hábitat, el número de ejemplares de pandas gigantes en libertad ha alcanzado los 1.864. Algo similar ha sucedido con el ibis crestado o “joya oriental”,  un ave en peligro que se llegó a dar por extinguida. Su población está registrando un aumento constante y ha pasado de contar con 7 a 5.000 ejemplares. 

Además de seguir promoviendo una gobernanza basada a todos los efectos en la ley, la resolución recoge que China continuará defendiendo los valores socialistas fundamentales, garantizando y mejorando el bienestar de las personas en su desarrollo y promoviendo la armonía entre los seres humanos y la naturaleza. Asimismo, el documento se hace eco del XIV Plan Quinquenal (2021-2025) del país, que contempla medidas para mejorar el medio ambiente y establece objetivos específicos para el próximo lustro.

De aquí a cuatro años, se espera que la vegetación cubra el 57% de las praderas chinas, que más de la mitad de los humedales estén protegidos y que el 60% del suelo arenoso esté bajo control. También se adoptarán disposiciones para alcanzar el pico de emisiones de CO2 antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060.