La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha reconocido recientemente tres lugares de China como Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM), según desveló el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales del país el pasado 24 de mayo.
Se trata de una antigua zona dedicada a la producción de té en el condado de Anxi, provincia de Fujian; un área de cría nómada de ganado en la Región Autónoma de Mongolia Interior y un sistema de cultivo de secano en terrazas de piedra en el condado de Shexian, provincia de Hebei.
Récord de zonas protegidas por la FAO
Los tres lugares, que fueron escogidos a través de una evaluación online desde Roma, han sido reconocidos por aplicar prácticas tradicionales, por su saber hacer y por conservar la biodiversidad y los ecosistemas. Con su inclusión en la lista de la FAO, que consta de 65 sistemas de 22 países, China cuenta ya con 18 paisajes y prácticas dentro de la clasificación, lo que le convierte en el país con más presencia en ella.
La zona dedicada a la producción de té Tieguanyin en Anxi se encuentra al sureste de Fujian. Durante la dinastía Song (960-1279) y la dinastía Yuan (1271-1368) se exportaba a través de la Ruta Marítima de la Seda, que servía de puente comercial y cultural entre la antigua China y el resto del mundo.
La variedad de té Tieguanyin, la más conocida de Anxi, empezó a producirse entre 1725 y 1735. Se trata de una variedad del semifermentado Oolong, a caballo entre el té verde y el té negro, y su producción cumple importantes funciones ecológicas: conserva el suelo y el agua y regula el microclima. Los agricultores de la región saben cómo gestionar el entorno para optimizar las condiciones para el cultivo del té y conseguir que tenga una calidad superior. Según la FAO, estas prácticas han garantizado que el sistema ecológico sea estable y sostenible a largo plazo, además de integrar el producto en la identidad de la comunidad local.
Por otro lado, el sistema de las praderas de Ar Horqin, en Mongolia Interior, es la primera zona de patrimonio agrícola nómada que se reconoce en China. Constituye un referente mundial de cría de ganado sostenible, así como un ejemplo de gestión de tierras de pastoreo frágiles.
La región cuenta con diversos ecosistemas, entre los que se encuentran bosques, pastos, humedales y ríos que cumplen importantes funciones ecológicas. Ya en el Neolítico, hace miles de años, los primeros habitantes de la zona se dedicaban a la caza y se desplazaban constantemente. Los pastores de hoy, que continúan adaptándose a un entorno cambiante, conservan aquel oficio y el estilo de vida nómada tradicional. Al trasladarse de un pasto a otro, protegen la vegetación y usan el agua de forma eficiente, al tiempo que suministran productos ganaderos a las comunidades vecinas, como carne y queso.
Por último, el sistema de cultivo de secano en terrazas de piedra de Shexian, que se encuentra en Handan, provincia de Hebei, se remonta a la dinastía Yuan y cubre 14.000 hectáreas.
Durante cientos de años, ha conservado las variedades de cultivos tradicionales y utilizado técnicas respetuosas con el medio ambiente. Gracias a ello, se ha podido desarrollar una producción agrícola en el duro entorno de las montañas, así como permitir a la vez que las personas convivan de forma armoniosa con la naturaleza. Además de proporcionar un medio de vida estable a la población de la zona, los cultivos constituyen un modelo de agricultura sostenible en terrenos donde escasea el suelo y el agua de lluvia. Con ese sistema se cultivan productos que han brindado fama al condado, como las nueces, los pimientos chinos, el mijo, el maíz, la soja o el azufaifo negro.