La brisa fresca de la mañana acaricia el rostro bronceado de Wang Lidong mientras avanza por la Reserva Natural Nacional del Delta del Río Amarillo. Es ingeniero y lleva más de tres décadas volcado en la restauración de estos humedales protegidos de Dongying, en la provincia de Shandong. Parte de su trabajo diario consiste en revisar los proyectos destinados a conservar del agua y comprobar cómo está su nivel.
“El entorno de la reserva ha mejorado considerablemente a lo largo de los años y ahora viven aquí muchas aves. El trabajo ha sido duro, pero ha merecido la pena”, afirma Wang. Su labor se inscribe dentro de un proyecto para la recuperación de los humedales de la reserva, que abarca una gran extensión de terrenos de aguas superficiales en el delta del Amarillo.
El río, el segundo más largo de China, serpentea a través de una meseta tapizada de suelo fértil. En su cauce transporta cada año millones de toneladas de tierra hacia el este. Algunas de ellas acaban llegando al estuario, donde la vía fluvial desemboca en el mar de Bohai y forma los humedales.
Cuando el presidente Xi Jinping visitó las nueve provincias y regiones autónomas situadas a lo largo del Amarillo, subrayó lo importante que es preservar la naturaleza y recalcó que “las aguas claras y las montañas frondosas son activos de un valor incalculable”.
“Conservarlo, lo primero de todo”
En octubre de 2021, Xi recorrió el estuario del río, incluida la reserva de Dongying. Examinó sus afluentes y el entorno de los humedales. Además, se informó sobre la protección ecológica que se estaba llevando a cabo en su cuenca y sobre los buenos resultados que se estaban obteniendo.
“El Amarillo es nuestro río madre y conservarlo es lo primero de todo. Debemos esforzarnos incansablemente para protegerlo”, afirmó durante su visita al estuario.
Estos humedales, como los que pueden encontrarse en cualquier otra parte del mundo, cuentan con lagos, pantanos y llanuras mareales. Según explica Wang, el trabajo que se lleva a cabo en Dongying se guía por el concepto de “civilización ecológica” defendido por Xi. Las labores se han centrado sobre todo en proteger y restaurar los humedales, pero también en construir un modelo que permita que los seres humanos convivan en armonía con la naturaleza.
Durante los últimos años, la ciudad ha destinado 1.360 millones de yuanes (180 millones de euros) a apoyar 17 programas destinados a proteger y preservar los humedales del delta. Esto ha implicado incorporar suplementos de agua, realizar tratamientos para los espartillos o conservar la biodiversidad en alta mar, lo que ha contribuido a reforzar el ecosistema de los humedales que se encuentran en Dongying.
En la reserva, una vasta extensión de agua se pierde en la distancia. A ras de suelo, el viento mece los juncos a ambos lados de una pasarela de madera. Desde el aire, múltiples caminos de agua se ramifican como si fueran finas arterias.
Una lucha con varios frentes abiertos
Durante las décadas de 1980 y 1990, la erosión del litoral, la invasión del agua del mar y las sequías hicieron menguar los humedales. El rico ecosistema del delta también se vio seriamente amenazado por la producción de petróleo, la contaminación de los residuos industriales y la creación de tierras ganadas al mar.
La reserva, que se creó en 1992 para proteger los humedales, abarca una superficie de cerca de 1.530 kilómetros cuadrados, la mayor parte ocupada por estos terrenos pantanos. “Puesto que el agua es esencial para mantener la salud de un ecosistema así, hemos estado trayéndola hasta aquí desde otros lugares”, explica Wang. Según cuenta, el hecho de que haya abundante agua en los humedales evitará en gran medida que el mar pueda invadirlos y destruir su ecosistema.
En los últimos tres años se han llevado a la reserva más de 480 millones de metros cúbicos de agua procedentes del río Amarillo, una labor que ha hecho disminuir la salinización del suelo de los humedales.
La Ley de Protección del Río Amarillo, que entró en vigor el mes pasado, regula el uso del agua a lo largo de todo el cauce, al que se añadirán más recursos hídricos con el fin de poder abastecer los humedales. Alimentados por esos nuevos torrentes, los animales y las plantas van prosperando, asegura Wang. Según las estadísticas, el número de especies de aves que hay en el delta ha pasado de 187 a 373 en los años posteriores al reabastecimiento.
En la actualidad, la ciudad trabaja para crear el Parque Nacional del Estuario del Río Amarillo. Su objetivo será conservar mejor los humedales y la biodiversidad del delta y se espera que sea el primero de China que integre recursos marinos y terrestres. Miles de hectáreas de tierras de la reserva que antes estaban destinadas a cultivos ya han sido devueltas a los humedales y a las playas.