Muchas personas atribuyen poderes mágicos a las bellas montañas de Tianshan. En este enclave de la Región Autónoma Uygur de Xinjiang, se cree que la diosa madre habita en las aguas azules del lago Tianchi y que el loto blanco de las nieves (Saussurea involucrata) es un elixir de la vida.
Sin embargo, para Yang Zongzong, esta cordillera es sinónimo de una infancia feliz. De pequeño corría aventuras entre su fauna salvaje cada fin de semana y en la actualidad se ha convertido en un experto en taxonomía vegetal. Para él, las montañas siguen siendo una inagotable fuente de fascinación y descubrimientos.
Nuevas especies
Todos los años, entre abril y septiembre, Yang y los miembros de la Sociedad Botánica Natural se adentran en la cordillera durante 15 días seguidos para documentar la flora de Xinjiang. Recogen ejemplares para investigar y proteger a las especies en peligro de extinción mediante reproducción artificial.
Tras las expediciones, Yang limpia las plantas, las mete entre hojas de periódico y las coloca debajo de una prensa. Durante las semanas que siguen, cambia el papel dos veces al día hasta que están completamente secas. Por último, las etiqueta y las prepara para que puedan exhibirse. Completar el proceso puede llevarle hasta dos meses.
Yang nació en 1984 en Urumqi, la capital de la región, y con tan solo 6 años quedó prendado de los dibujos de un manual de hierbas medicinales de Xinjiang. Empezó a leer cada vez más sobre el tema y aquello fue el inicio de su dedicación a la taxonomía vegetal. En 2017 fundó la Sociedad Botánica Natural, que hoy cuenta con 13 miembros, 20 voluntarios de largo recorrido y otros 200 aficionados que colaboran de forma intermitente.
La institución ya ha descubierto ocho especies nuevas en la zona. Xinjiang alberga 3.500 de las 30.000 especies de plantas que hay en China y la mitad de ellas solo pueden encontrarse allí.