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Plantaciones de té más sostenibles
Recolección de té en Tianxin, una aldea que pertenece a la ciudad de Wuyishan, provincia de Fujian.

Plantaciones de té más sostenibles

El Parque Nacional Wuyishan limita la extensión de los cultivos para beneficiar a los productores y proteger el medio ambiente
HU YUMENG - 07 Nov 2023 9:58

Conocido por sus impresionantes paisajes y su reputada industria del té, el Parque Nacional Wuyishan ha cosechado grandes logros en los últimos años a la hora de salvaguardar su patrimonio. No solo está protegiendo la industria tradicional, sino que a la vez incorpora avances tecnológicos que empoderan a los campesinos e incrementan los ingresos de la población local.

La montaña Wuyi, que alberga uno de los bosques subtropicales más extensos y diversos de China, es el único lugar del país donde se cultiva el té de roca Wuyi. “Esta variedad, que es famosa por su aroma floral rico en minerales, tiene esa fragancia tan característica debido a las rocas y al suelo de la zona, únicos en la región. Solo esta tierra puede generar ese sabor”, explica Huang Shengliang, un artesano del té de roca de Wuyi, patrimonio cultural inmaterial de China a escala nacional. 

La industria del té existe en esta montaña desde hace más de 1.000 años. En el siglo I d. C. ya se exportaba tanto al interior como al exterior de China y, en el siglo XVIII, la variedad de Wuyi era la más famosa en Europa. 

Sin embargo, este sector floreció a costa de deteriorar el medio ambiente. Durante mucho tiempo, la ocupación ilegal de tierras y la destrucción de recursos naturales fueron prácticas habituales, lo que provocó daños en los alrededores del monte Wuyi. 

El Parque Nacional Wuyishan, que se creó en 2021 y fue uno de los primeros de China, se enfrenta ahora al desafío de proteger a la vez el medio ambiente y los medios de vida de los agricultores. A caballo entre las provincias orientales de Fujian y Jiangxi, tiene una extensión de 1.280 kilómetros cuadrados. De ellos, 34,5 están dedicados al cultivo de té, lo que representa el 2,7% del total de su superficie. Las autoridades han trabajado mano a mano con expertos en té para diseñar una estrategia que permita proteger y mejorar esta industria, y a la vez salvaguardar la biodiversidad del monte Wuyi. Aspiran a que su explotación sea sostenible y pueda beneficiar también a las siguientes generaciones. 

Desde 2018, dos años después de que se estableciera el programa piloto del Parque Nacional Wuyishan, se han reforestado cerca de 20 kilómetros cuadrados de las montañas del té que habían sido ocupados de forma ilegal, incluidos 5,7 kilómetros cuadrados que forman parte del parque. 

A pesar de que existen restricciones que impiden a los productores de la zona ampliar las parcelas de cultivo que ya existen o utilizar otras nuevas, las autoridades del parque mantienen su compromiso de apoyar a la industria local del té y mejorar la vida de los campesinos. 

Se están fomentando prácticas sostenibles, como sacar más partido a las plantaciones existentes o mejorar la calidad de la variedad de roca de Wuyi. Al priorizar calidad sobre cantidad, los agricultores pueden seguir siendo competitivos en el mercado y proteger al mismo tiempo el entorno natural. 

Menos fertilizantes

“Aunque se ha prohibido ampliar las tierras de cultivo, si queremos proteger mejor el bosque debemos respetar y conservar las que hay para que la población local pueda trabajarlas y vivir en ellas”, señala Huang Zhimin, investigador de la oficina que gestiona el parque. “Para nosotros, es primordial garantizar los medios de vida y el bienestar de la comunidad”. 

Los esfuerzos del parque por mejorar la industria del té se centran en fomentar prácticas agrícolas sostenibles. Con el fin de proteger el medio ambiente y la salud de los consumidores, se anima a los productores a reducir al máximo el uso de pesticidas y fertilizantes artificiales, y recurrir en su lugar a alternativas orgánicas y naturales.

Para las plantaciones del parque se han creado terrazas respetuosas con el medio ambiente, que siguen el modelo de los bosques y cultivos de té. Además, las autoridades proporcionan de forma gratuita a los agricultores plantones de nanmus, tejos y ginkgos. Estos árboles no solo evitan el monocultivo, sino que protegen la biodiversidad local y estimulan la calidad de las plantas del té cobijándolas bajo su sombra. Con el fin de mejorar la calidad del suelo y adoptar un enfoque más ecológico, el té se alterna con cultivos de soja y colza. En total, el Parque Nacional Wuyishan ha creado 267 hectáreas de plantaciones de té respetuosas con el medio ambiente y cada familia que se dedica a ello utiliza de media seis toneladas menos de fertilizantes al año.