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Cultivar caquis, una estrategia ecológica para luchar contra la erosión del suelo
Una vecina del condado de Fuping, en la provincia de Shaanxi, pone a secar caquis pelados.

Cultivar caquis, una estrategia ecológica para luchar contra la erosión del suelo

Los frutales contribuyen a retener el agua de lluvia en aldeas de Shaanxi con pocos recursos hídricos y a la vez proporcionan un medio de vida a sus habitantes
HOU LIQIANG - 25 Jul 2024 13:24

asta hace poco, la tierra de la aldea de Yangjia no era capaz de absorber el agua de lluvia. El suelo de este enclave montañoso del condado de Fuping, en la provincia de Shaanxi, es tan árido que las precipitaciones no calaban en el terreno, sino que abrían pequeñas zanjas en las laderas y erosionaban los caminos. Esto agravaba los problemas que ya tenía la localidad: un suelo infértil e impermeable, escasez de agua, malas comunicaciones y deficientes infraestructuras para la agricultura.

Los pocos árboles que se habían plantado en las laderas de la montaña para mitigar la erosión del suelo evidenciaban que en Yangjia faltaba una industria agrícola que fuera rentable para sus habitantes. La poca agua de la lluvia que caía en la zona se perdía, haciendo de este recurso un bien escaso para quienes más lo necesitaban.

La aldea, sin embargo, experimentó un cambio en 2012, cuando el Gobierno local implantó un programa para prevenir la erosión del suelo y a la vez promover la agricultura vinculada al cultivo de caquis. Como resultado de esta iniciativa, las montañas de Yangjia se han llenado de árboles frutales con un enorme potencial. La población local y el medio ambiente son los principales beneficiados. Los caquis no solo contribuyen a que la tierra seca sea más fértil, sino que también ayudan a retener el agua. 

El caso de Yangjia es un ejemplo de que el desarrollo económico no está necesariamente reñido con la conservación del medio ambiente, sino que en realidad se trata de dos objetivos que pueden complementarse.

Nuevas tierras de cultivo

Según el Ministerio de Recursos Hídricos de China, el país cuenta con una media de 2.200 metros cúbicos de agua per cápita. En condado de Fuping, sin embargo, tan solo tocan a 196 m3 por cabeza. Según recuerda un vecino de Yangjia, la época de fuertes lluvias solía sumir a la población en el caos. Una mezcla de agua y barro descendía colina abajo y dejaba los caminos impracticables.

Para empeorar las cosas, varios tramos de la carretera que conectaba la aldea con el mundo exterior quedaban a veces arrasados. Normalmente, la población hace sus compras en Zhuangli, un pueblo que está a más de cinco kilómetros de distancia, por lo que solía quedarse incomunicada y desabastecida durante días.

Gracias al programa que se implantó en 2012, las tierras que tienen un desnivel suave se han convertido en campos dispuestos en terrazas que los lugareños pueden alquilar para el cultivo de caquis. Por otro lado, las laderas más áridas y pronunciadas se han reforestado para mitigar la erosión que provocada por las lluvias.

En total, se han plantado 90 hectáreas de árboles y se han creado 130 hectáreas de campos dispuestos en terrazas distribuidos entre Yangjia y las aldeas vecinas de Guzhang y Wangzhuang. Además, se han construido 18 kilómetros de carreteras nuevas en la zona para que gestionar los cultivos y los árboles resulte más sencillo, afirma el Gobierno del condado de Fuping. Según indica, el programa ha ampliado las plantaciones de caqui que hay en Yangjia hasta cubrir 367 hectáreas.

Qi Lei, uno de los funcionarios del Gobierno de Fuping que supervisa la gestión del agua y del suelo, destaca que también se han llevado a cabo una serie de medidas adicionales para conservar mejor los recursos hídricos. Por un lado, se han colocado muretes semicirculares de cemento alrededor de cada árbol para facilitar que retengan el agua de lluvia en su base. Además, se han construido pequeñas represas en los barrancos de las montañas para evitar escorrentías y así propiciar que el suelo absorba una mayor cantidad de este valioso recurso. Según señala Qi, gracias a estas iniciativas es posible conservar entre el 50 y el 60% del agua de la lluvia que cae en la zona.