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Una carrera de fondo en defensa del medio ambiente
Varios agricultores colocan bandejas con plantas acuáticas en el lago Qiandao, provincia de Zhejiang. Este sistema se utiliza para ayudar al agua a purificarse mejor.

Una carrera de fondo en defensa del medio ambiente

En sintonía con la “civilización ecológica” que propone Xi Jinping, China aspira a conseguir su pico de carbono para 2030 y alcanzar la neutralidad de emisiones antes de 2060
CAO DESHENG - 23 Ago 2023 18:50

En la aldea de Hongfan hay paneles solares en los tejados de las casas, una estación para cargar vehículos eléctricos situada junto a la oficina del comité del pueblo y balizas en las carreteras que se alimentan de la luz del sol. Gracias a las energías alternativas, este pequeño enclave de Xiaogan, en la provincia de Hubei, se está convirtiendo en un pueblo con “cero emisiones de carbono”.

Los logros cosechados en esta aldea forman parte del gran esfuerzo que está llevando a cabo China para reducir sus emisiones. El país trabaja para alcanzar su pico de carbono y conseguir la neutralidad, uno de los objetivos estratégicos que se ha marcado la nación mientras avanza en la construcción de una “civilización ecológica”. Este concepto, propuesto por el presidente chino, Xi Jinping, también secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), consiste en llevar a cabo un desarrollo equilibrado y sostenible, donde los seres humanos convivan en armonía con la naturaleza.

El pasado 15 de agosto, China celebró su primer Día Nacional de la Ecología. Se trata de una jornada especial que la Asamblea Popular Nacional, el máximo órgano legislativo del país, ha instaurado para defender la civilización ecológica. Guiado por la filosofía de Xi, desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, que tuvo lugar en 2012, el país ha redoblado su apuesta por un desarrollo verde y bajo en emisiones de carbono, lo que está logrando reducir la intensidad de las emisiones.

La consecuente actuación de China se suma a los esfuerzos de otros países por abordar los desafíos del cambio climático, ya que el calentamiento global de la Tierra aumenta las probabilidades de que se produzcan acontecimientos meteorológicos extremos, como incendios forestales, tifones, inundaciones y sequías. Como es sabido, los desastres climáticos han influido de manera decisiva en la economía y en la seguridad de todo el mundo.

El objetivo de “doble carbono”

En septiembre de 2020, Xi anunció que el país se esforzaría por alcanzar su pico de carbono antes de 2030 y lograr la neutralidad de emisiones antes de 2060, algo que se conoce como el objetivo de “doble carbono”. Asimismo, enfatizó que ese objetivo estratégico “no es algo que pidan los demás, sino una cuestión que debemos hacer por nosotros mismos”.   

Durante las visitas de inspección que ha realizado por todo el país, Xi ha recalcado en repetidas ocasiones que el desarrollo verde es el único camino. En esta línea, ha hecho un llamamiento para que se logren nuevos avances que permitan abordar una transformación ecológica integral.

Zhu Liyang, presidente de la Asociación de Economía Circular de China, afirma que la meta de “doble carbono” no es solo una cuestión climática, sino que atañe también a la forma en la que se desarrollan la economía y la sociedad del país.

“La decisión de incluir el objetivo de “doble carbono” dentro de la estructura general de la civilización ecológica ayuda a promover una transformación verde sistemática, integral y profunda en nuestro país en términos de desarrollo, estructura industrial, estructura energética y conciencia pública”, señala.

En torno al objetivo de “doble carbono”, se está acelerando una transformación de los sistemas económicos y sociales que es profunda y de largo alcance. China está aplicando una serie de enfoques ecológicos a la producción y a los estilos de vida de la población.

Nuevas infraestructuras para un nuevo modelo de desarrollo

Uno de los grandes pasos que está dando China para alcanzar esta meta es optimizar su estructura energética. Durante la última década, el país ha conseguido una tasa media anual de crecimiento económico del 6,2%, así como una de crecimiento del consumo energético del 3%, lo que le convierte en uno de los países que más rápido están reduciendo su consumo de energía.

En 2022, China alcanzó una potencia instalada en energía renovable de más de 1.200 millones de kilovatios, que supuso el 47,3% de toda la capacidad del país y superó por primera vez a la de la energía del carbón.

La potenci instalada del país en energía hidroeléctrica, eólica y solar ha superado los 300 millones de kilovatios y es la mayor del mundo desde hace varios años consecutivos. La electricidad generada con renovables equivale a una reducción en el país de cerca de 2.260 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.

Zhao Xiaolu, directora ejecutiva de clima de la Oficina de Representación en Beijing del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente, asegura que China ha tomado medidas para aumentar la capacidad de sus renovables. “El Gobierno y la industria del país están cosechando muchos logros. China ha construido el mayor mercado de carbono del mundo y lo está mejorando. Al hacerlo, puede reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero más rápido y a un coste menor”, indica.

Un papel clave contra el cambio climático

“Debemos centrarnos en el período clave en el que la construcción de la civilización ecológica china ha trasladado su foco de atención a la reducción del carbono”, declaró Xi el 11 de julio, mientras presidía una reunión de la Comisión Central para la Profundización Integral de la Reforma. El presidente hizo un llamamiento para controlar mejor la cantidad y la intensidad del consumo de energía para poder controlar mejor las emisiones de carbono en el cómputo global de forma gradual.

Según Djoomart Otorbaev, ex primer ministro de Kirguistán e ilustre profesor del Colegio de la Franja y la Ruta de la Universidad Normal de Beijing, China ha desempeñado durante los últimos años un papel clave en la lucha contra el cambio climático en todo el mundo, ya que ha reducido su propia huella de carbono, protegido la biodiversidad y fomentado la transformación verde.

En un artículo publicado en la web de China Global Television Network, Otorbaev declaró que resultaría útil extender el concepto de “civilización ecológica” a Asia, ya que la región cuenta con un gran potencial para afrontar los desafíos del cambio climático.

Además de aplaudir el papel que está desempeñando China en la gobernanza mundial del clima, subrayó la necesidad de que los países coordinen sus esfuerzos para cumplir los objetivos medioambientales y de desarrollo.

A finales de 2022, China había firmado 54 tratados multilaterales sobre gobernanza mundial respecto al medio ambiente y 115 tratados bilaterales.