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Comercio sobre ruedas

Comercio sobre ruedas

El tren de mercancías que conecta la ciudad de Yiwu con Madrid juega un relevante papel en las relaciones bilaterales entre China y España
AUGUSTO SOTO - 01 May 2023 8:00

Hay un conocido proverbio chino que dice: “quien quiera prosperar, primero ha de construir un camino”. ¿Quién podría oponerse a semejante alarde de sentido común, sobre todo cuando la realidad apunta hacia cambios de tipo práctico?

Las estadísticas del comercio exterior español desvelan que, por primera vez en la historia, China se ha convertido en su principal proveedor, por delante de Alemania, Francia y Estados Unidos. En la actualidad, el 11% de los bienes que compra España al resto del mundo procede de China. La cifra se explica en parte por el dinamismo chino, que cuenta entre sus principales bazas con el tren Yiwu-Madrid, ramal geoeconómico de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. La iniciativa cumple este año su décimo aniversario, que coincide con la celebración del cincuentenario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y China, todo un hito en asuntos euroasiáticos, puesto que los dos regímenes lo firmaron en 1973, en pleno punto álgido de la Guerra Fría.

En la actualidad, los lazos que existen entre ambos países han adquirido múltiples dimensiones, como confirmaron el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el presidente de China, Xi Jinping, el pasado 31 de marzo en la capital china. Casi al mismo tiempo, llegaba a destino el tren Yiwu-Xinjiang-Europa Express, bautizado para la ocasión como “Aniversario de las relaciones diplomáticas entre España y China”. En tanto, el 9 de marzo partía desde el este del megacontinente euroasiático con dirección a Madrid un convoy que llevaba 110 contenedores con productos de cerámica, patinetes eléctricos, artículos de primera necesidad y otras pequeñas mercancías. Justo en el mismo momento, otro tren salió desde la capital española hacia Yiwu para realizar el recorrido inverso de forma simultánea. Transportaba 70 contenedores de agua con gas, aceite de oliva y girasol, vino, comida para bebés, productos químicos y artículos típicos españoles. 

En agosto de 1989, en la recta final de la Guerra Fría y durante el transcurso de un viaje en el que crucé Eurasia desde Beijing a Berlín haciendo escala en Moscú, tuve la oportunidad de observar en primera persona las severas restricciones comerciales y fronterizas que había en la época. Durante el siguiente período, los países postsoviéticos diseñaron algunas líneas ferroviarias muy modestas, relevantes casi exclusivamente a nivel local y regional. Sin embargo, hace una década China sorprendió al mundo con un tren, verdaderamente euroasiático, que unía Yiwu y Madrid. Hasta 2022, este convoy, que recorre 13.052 kilómetros y atraviesa ocho países, había cubierto la distancia entre las dos ciudades en 1.326 ocasiones. Durante estos años, el viaje ha pasado de durar 21 días a tan solo 16, se han mejorado los sistemas de refrigeración y, además de Duisburgo (Alemania) y Madrid, se han incorporado nuevos destinos en Europa Central que funcionan como grandes intercambiadores, entre ellos Londres y Milán.

En resumen, y desde una perspectiva panorámica, ni la pandemia de la covid-19 ni el conflicto de Ucrania han supuesto obstáculos insalvables para este tren, que permanentemente apuesta por fórmulas mutuamente beneficiosas para China, España y decenas de otros países. Sin duda, la línea férrea amplía una vía que será relevante a la hora de equilibrar el comercio bilateral. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Administración General de Aduanas de China, por ejemplo, acaban de firmar sendos protocolos fitosanitarios que permitirán a España exportar almendras y caquis al país asiático. El sector prevé que, para 2025, podrán exportarse a China casi 50.000 toneladas de almendras españolas, lo que supone más del 40% de la producción, un porcentaje nada desdeñable. 

Estos acuerdos se han cerrado en el marco de la visita de Pedro Sánchez a Beijing. El Gobierno español ha destacado que tanto las reuniones que mantuvo el presidente en la capital china el pasado 31 de marzo como en el Foro de Boao para Asia, el día anterior, también han servido para estimular las múltiples oportunidades de inversión que se presentan entre ambos países en sectores como el de la fabricación de vehículos eléctricos o industrias como la farmacéutica o la de las energías renovables. 

Los analistas creen que la visita del presidente español a China demuestra que ambas partes están constantemente apostando por desarrollar unas relaciones bilaterales saludables y prometedoras.

Augusto Soto es profesor de ESADE en la Universidad Ramon Llull y director del proyecto ‘Diálogo con China’ en España. Esta es una versión traducida y resumida de un artículo originalmente publicado en ‘China Daily’, que no comparte necesariamente las opiniones expresadas por el autor.