En el 80 aniversario de su fundación, Naciones Unidas se enfrenta a retos extraordinarios en materia de cambio climático, gestión digital, conflictos o salud pública. Al mismo tiempo, vivimos en una época en la que el hegemonismo ha desencadenado situaciones alarmantes, entre ellas grandes desigualdades y políticas de exclusión derivadas del proteccionismo y sus subsiguientes crisis. A través de todas las preocupantes formas que adopta, la mentalidad de Guerra Fría vigente continúa representando una amenaza para la humanidad, ya que genera situaciones propicias para el conflicto, la violencia y la ruptura de la cohesión social.
Desde que la ONU restauró su legítimo escaño en 1971, la República Popular China ha contribuido en gran medida a mantener la paz, impulsar el desarrollo y acometer reformas institucionales. A lo largo de los años, el país ha aumentado sus colaboraciones con Naciones Unidas y profundizado en ellas. Mantiene un compromiso político activo en asuntos relacionados con la seguridad global, así como el diálogo que se necesita para conseguir una comunidad de futuro compartido para la humanidad. Además, se ha adherido a más de 20 tratados y mecanismos internacionales de control de armamento, como el Tratado sobre la No Proliferación de Armas Nucleares y la Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción.
En los últimos años, Beijing ha creado el Grupo de Amigos para la Seguridad de los Cascos Azules de la ONU y ha facilitado la adopción de resoluciones que abordan la seguridad de las misiones de paz. De los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, China es el que aporta más cascos azules y el segundo que más dinero destina a las misiones de paz. Ha desplegado más de 50.000 efectivos en más de 20 misiones, como las de Sudán del Sur, Líbano y Malí. A través del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas para la Paz y el Desarrollo, al que China continuará contribuyendo durante un periodo adicional de cinco años (2026-2030), Beijing ha financiado más de 80 proyectos y actividades destinadas a la paz y la seguridad internacional. En este marco, China apoya cerca de 160 proyectos de la ONU relacionados con la paz y el desarrollo que benefician a más de 100 países, lo que supone un buen espaldarazo a la implementación de la Agenda 2030 y a diversas iniciativas relacionadas con ella. El enfoque de China es singular: respalda el papel de la ONU como principal gestora del ciberespacio en el ámbito internacional, aboga por la soberanía y la no injerencia, y combina aportaciones de tipo práctico con acciones diplomáticas.
En lugar de reemplazar los mecanismos de Naciones Unidas, Beijing está incorporando cuatro iniciativas globales que ya existen en el seno del organismo y que se relacionan entre sí. Lo hace para avanzar en materia de desarrollo y bienestar, dos ámbitos en los que China ha logrado importantes hitos.
Dentro de sus fronteras, ha sacado de la pobreza a casi 800 millones de personas, lo que le ha supuesto alcanzar el primer Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 una década antes de la fecha señalada. En el área internacional, China apuesta por la cooperación Sur-Sur a través de unos 10.000 proyectos de colaboración técnica y desarrollo de recursos humanos. Además, su Iniciativa de la Franja y la Ruta establece lazos entre más de 150 países y 30 organizaciones internacionales, con el foco puesto en los ODS. En paralelo, el país realiza contribuciones en clima, salud o gestión digital. Se ha comprometido a alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2060, suministró vacunas y ayuda médica a más de 150 países durante la COVID-19 e introdujo la Iniciativa Global para la Seguridad de Datos con el objetivo de definir un marco normativo internacional.
En abril de 2022, por ejemplo, el presidente Xi Jinping propuso la Iniciativa para la Seguridad Global como marco internacional. Un año después, China puso en marcha la Iniciativa para la Gobernanza Global de la Inteligencia Artificial como parte de su política exterior, en la que apostaba por un enfoque centrado en las personas. En 2024, la Asamblea General de la ONU adoptó por consenso en su sesión 78 la resolución presentada por China sobre el Día Internacional para el Diálogo entre Civilizaciones, que tenía por objetivo concienciar sobre el valor de la diversidad.
China tiene previsto continuar integrando sus iniciativas y proyectos internacionales en el marco de la ONU para alinearse mejor con la Agenda 2030, que se centra en erradicar la pobreza y proteger el planeta, así como garantizar la salud, la educación, la igualdad y el crecimiento sostenible.
Estos objetivos, que no son jurídicamente vinculantes, necesitan que todo el mundo se implique para abordar problemas como el cambio climático, la desigualdad o el hambre, así como para impulsar colaboraciones sólidas. La reciente Iniciativa para la Gobernanza Global que ha propuesto China pone el conocimiento y las soluciones del país a disposición de la ONU para ayudar a mantener la paz y el desarrollo en el mundo.
Diversos analistas subrayan que el denominado orden internacional liberal de Naciones Unidas, que ha sido predominante y objeto de recurrentes controversias desde 1945, se enfrenta a desafíos como nunca antes. En este tiempo, muchos países han planteado la posibilidad de que la ONU reforme su estructura para que se adapte mejor a la realidad internacional, diversa y descentralizada, y dar más voz al Sur Global, de forma que se garantice el uso eficiente de los recursos y la evaluación de proyectos.
Al aportar recursos y cuatro iniciativas globales dentro del marco institucional de Naciones Unidas, China demuestra que existe una manera práctica de gestionar el mundo de forma más inclusiva y colaborativa.
Kostas Gouliamos fue rector de la Universidad Europea de Chipre y recibió el Premio de la Amistad del Gobierno Chino en 2024. Esta es una versión traducida y resumida de un artículo originalmente publicado en ‘China Daily’, que no comparte necesariamente las opiniones expresadas por el autor.