Desde el 1 de diciembre, los ciudadanos alemanes, españoles, franceses, holandeses, italianos y malasios pueden viajar a China sin necesidad de visado para hacer turismo, negocios o visitar a familiares en estancias de hasta 15 días. La medida, que fue anunciada por el Ministerio de Relaciones Exteriores del país asiático y que estará vigente al menos durante un año, ha sido aplaudida por la industria, que ve en ella la voluntad de impulsar el turismo y el intercambio económico.
Una medida bien acogida en el extranjero
Según la Administración Nacional de Inmigración, 2.029 personas de estos seis países entraron en China sin visado el primer día que se permitió hacerlo, un 12,5% más que la jornada anterior, 30 de noviembre. “Es un paso positivo y oportuno”, afirma Wang Xuan, subdirector del Departamento de Hostelería de la Universidad de Surrey, situada en Guildford, al sur de Inglaterra. “No solo demuestra que el país desea recibir más visitantes. También les ofrece auténticas ventajas, como la posibilidad de ahorrar tiempo y dinero”, señala. “Además, se trata de una norma tentadora para los turistas que puedan estar planeando sus vacaciones de 2024 durante estas navidades”, indica. Puesto que China continúa siendo un destino atractivo para las empresas españolas, según la agencia de noticias Xinhua, Josep Maria Gomes, desarrollador de negocios internacionales de la Cámara de Comercio de Barcelona, opina que la medida facilitará los viajes de negocios.
Esta nueva norma se suma a otras adoptadas este año por China. A principios de noviembre amplió su política de tránsito sin visado a 54 países para incluir a Noruega y en julio renovó el permiso de entrada sin necesidad de portar este documento a los ciudadanos de Singapur y Brunei.