El Partido Comunista de China (PCCh) se ha comprometido a promover la revitalización de la nación china de forma integral aplicando la fórmula de modernización china. Es la misión principal que se ha propuesto el Partido para los próximos cinco años y posteriores en el marco del XX Congreso Nacional del PCCh, que se celebró del 16 al 22 de octubre en Beijing.
Al presentar su informe en nombre del XIX Comité Central del PCCh en la sesión inaugural del congreso, Xi Jinping, también presidente de China, subrayó la necesidad de aunar desarrollo y seguridad, al tiempo que abogó por promover un crecimiento sostenido que tenga en cuenta tanto la seguridad nacional como la estabilidad social. “A partir de ahora, el principal cometido del PCCh será unir y conducir al pueblo de las diversas etnias del país hacia el Objetivo del Segundo Centenario de convertir China en un poderoso país socialista moderno a todos los niveles, promoviendo la gran revitalización de la nación china desde todos los frentes a través de la fórmula china de modernización”, anunció Xi. Según dijo, los próximos cinco años serán clave para que los esfuerzos encaminados a lograr esta tarea empiecen con buen pie.
El PCCh ha trazado un plan de desarrollo que consta de dos fases: alcanzar la modernización socialista para 2035 y después convertir China en un gran país socialista moderno que sea próspero, fuerte, democrático, culturalmente avanzado, armonioso y bello para mediados de este siglo.
Xi anunció que China se ha propuesto liderar el mundo para mediados de siglo combinando su fortaleza nacional y su influencia internacional. Además, estableció los principios fundamentales que guiarán el proyecto nacional de construir una China socialista moderna a todos los niveles.
“En esta andadura que tenemos por delante, debemos ceñirnos con firmeza a los siguientes principios fundamentales: defender y fortalecer el liderazgo del Partido, continuar la senda del socialismo con peculiaridades chinas, aplicar una filosofía de desarrollo centrada en el pueblo, perseverar en el compromiso de profundizar en la reforma y la apertura del país y mantener nuestro espíritu de lucha”, señaló.
En el informe, Xi enumeró un amplio abanico de temas en los que China procurará seguir avanzando. Entre estos propósitos figuran conseguir un crecimiento económico de alta calidad, lograr un desarrollo equilibrado, trabajar por la conservación del medio ambiente y por el bienestar de las personas, fortalecer el Partido, gobernar según las leyes, abrirse a gran escala, fomentar la innovación tecnológica independiente y hacer esfuerzos diplomáticos para promover la paz y el desarrollo del mundo.
Medidas de seguridad
En cuanto al contexto en el que se encuentra el país, Xi señaló que China ha entrado en una fase de desarrollo en la que las oportunidades se presentan al mismo tiempo que los riesgos y los desafíos. Cada vez surgen más imprevistos y hay más incertidumbres.
Xi advirtió de que en cualquier momento pueden desencadenarse acontecimientos peligrosos e impredecibles (“cisnes negros”) o problemas que, aunque previstos, no se han abordado (“rinocerontes grises”). En este sentido, emplazó a los miembros del Partido a tomar más conciencia de las potenciales amenazas, estar preparados para lidiar con los peores escenarios posibles y prepararse para “encarar fuertes vientos, aguas turbulentas e incluso tormentas peligrosas”.
Instó a todo el Partido a enfrentarse a los obstáculos y las dificultades de cara, afianzar tanto el desarrollo como la seguridad y prepararse bien para superar los problemas y los desafíos venideros.
El Partido adoptará medidas extraordinarias para garantizar la seguridad a todos los niveles: dentro y fuera del país, en el ámbito nacional y en el público y tanto desde perspectivas tradicionales como nuevas. También se protegerá a sí mismo y, junto a otros, a los demás.
Al abordar el desarrollo que ha experimentado China en la nueva era, desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh de 2012, Xi recalcó que en la última década se han producido tres grandes acontecimientos de profundo calado histórico para la causa del Partido y del pueblo.
“Hemos celebrado el centenario del Partido Comunista de China, hemos iniciado una nueva era del socialismo con peculiaridades chinas y hemos culminado la construcción de una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos que ha erradicado la extrema pobreza”, afirmó. Durante la última década, el poderío económico de China ha experimentado un crecimiento sin precedentes. Su PIB ha pasado de 54 billones de yuanes (7,6 billones de euros) en 2012 a 114 billones en 2021, lo que supone el 18,5% de la economía mundial y 7,2 puntos porcentuales más respecto a su cifra de 2012, expuso Xi. El país sigue siendo la segunda economía del mundo y el primer productor de cereales. También cuenta con el mayor sector manufacturero y las mayores reservas de divisas. “Aunque proclamemos nuestros logros, no debemos perder de vista las deficiencias de nuestro trabajo ni los muchos problemas a los que nos enfrentamos”, recordó Xi.