Como grandes potencias económicas, China y la Unión Europea deben estrechar su colaboración para buscar el bien común e impulsar el desarrollo internacional.
El canciller alemán, Olaf Scholz, visitó el país asiático a principios de noviembre y, a mediados del mismo mes, el presidente chino, Xi Jinping, mantuvo conversaciones con dirigentes de diversos países europeos durante la cumbre del G-20 en Bali, Indonesia. Entre ellos, el francés Emmanuel Macron y el español Pedro Sánchez.
A esos encuentros se ha sumado hace poco otro con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que viajó a China el pasado 1 de diciembre invitado por Xi. Durante su reunión con Michael, el presidente chino emplazó a la Unión Europea a aproximarse a su país de una manera objetiva y justa. También abogó por encontrar una manera adecuada de limar diferencias, impulsar colaboraciones de alto nivel en distintos ámbitos y trabajar de forma conjunta por la paz mundial y el desarrollo internacional.
Xi recalcó que tanto China como la UE son dos grandes potencias que defienden la paz en el mundo, dos importantes mercados que apuestan por el desarrollo colectivo y dos civilizaciones interesadas en el progreso de la humanidad. En este sentido, afirmó que las relaciones entre China y la UE destinadas a impulsar el crecimiento y perseguir el bien común no solo responden a intereses que comparten ambas partes, sino también el resto de la comunidad internacional.
La visita de Michel ha sido la primera reunión oficial que mantienen los dirigentes del país asiático y de la UE desde que en octubre se celebró el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China. Se espera que el encuentro contribuya a profundizar las relaciones chino-europeas y estimule la colaboración entre ambas potencias al más alto nivel.
Según Harvey Dzodin, principal miembro del grupo de expertos del Centro para China y la Globalización de Beijing, que China y la UE mantengan una buena relación es “absolutamente indispensable” para el desarrollo internacional. “Si no colaboran entre ellas, los principales problemas que hay en el mundo simplemente no pueden resolverse”, señala.
Ante los cambios que se están produciendo en el panorama internacional, resulta de vital importancia que China y la UE defiendan el multilateralismo de forma conjunta, confíen en sus respectivas políticas y se coordinen mejor a la hora de diseñar estrategias. Así lo cree Tian Dewen, subdirector del Instituto de Estudios de Rusia, Europa del Este y Asia Central de la Academia de Ciencias Sociales de China.
Tras años de desarrollo, los lazos económicos entre China y la UE se han reforzado, recuerda Tian. Para Europa, que enfrenta dificultades económicas y se encuentra en medio de una crisis energética, resulta de gran importancia acercarse a China y colaborar más en materia de comercio y economía desde un punto de vista práctico.
Entendimiento económico
A pesar del impacto de la pandemia, el comercio entre ambas potencias ha alcanzado por primera vez un valor de 800.000 millones de dólares (757.000 millones de euros), mientras que la inversión acumulada entre las dos partes superó los 270.000 millones de dólares (255.000 millones de euros) el año pasado. Durante los primeros diez meses de 2022, el valor del comercio entre China y la UE se situó en 711.400 millones de dólares (670.000 millones de euros), un aumento del 6,3% respecto al ejercicio anterior.
“Las relaciones económicas entre China y la Unión Europea, donde también están Francia y Alemania, marcan en gran parte la pauta del comercio mundial, las inversiones y los avances en múltiples sectores. Ahora que la economía china se adentra en una nueva era de modernización industrial, descarbonización y prosperidad, esas relaciones adquieren especial relevancia”, asegura Denis Depoux, director general de la consultora Roland Berger.