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Xi Jinping fija unos objetivos a largo plazo en el XIX Congreso Nacional
El secretario general Xi Jinping habla en un encuentro con los medios de comunicación en el Gran Palacio del Pueblo en Beijing el pasado 25 de octubre. (XIE HUANCHI / XINHUA)

Xi Jinping fija unos objetivos a largo plazo en el XIX Congreso Nacional

La escala de reformas que propone el secretario general se completará en los próximos treinta años
ANDREW MOODY - 24 Nov 2017 10:57

Los objetivos fijados por el secretario general Xi Jinping para 2035 y 2049 en el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China hablan de un plan a muchos años vista. “Este ha sido, probablemente, el discurso más ambicioso que se ha dado en tiempo. Tenía visiones de futuro, no solo en materia económica, sino en muchas otras áreas. Nos conduce a mediados del siglo, aunque marca una meta a medio plazo para 2035”, dijo Zhu Ning, autor de China’s Guaranteed Bubble, que analiza el fuerte papel que juega el Gobierno en dar apoyo al sistema financiero.

Para Louis Kuijs, director de asuntos asiáticos para Oxford Economics (entidad especializada en análisis y predicciones económicas), la clave para mirar al futuro a tantos años vista estriba en el sistema político chino. “Los gobernantes de Occidente están limitados por ciclos electorales y otros factores”. Kuijs señala las ventajas de establecer planes a largo plazo: “Ayuda a convencer a los ciudadanos a aceptar un sufrimiento a corto plazo a cambio de ganancias a largo. Es bueno tener un horizonte”, dijo. “China es única en esto. Los políticos de otros sistemas ven difícil llevar a cabo esta proposición porque siempre hay cambios de líder y de partidos”, añadió.

La escala de reformas que contempla el secretario general Xi no puede realizarse de un día para otro. “Está intentando establecer una visión a más largo plazo de la que su país está acostumbrado. La agenda de reformas no solo habla de la política económica, sino que va mucho más allá, desde la política, la sociedad en su conjunto, la reforma legal y el papel de China en el mundo”, dijo Yukon Huang, un miembro sénior del programa asiático del Fondo Carnegie para la Paz Internacional, un instituto de investigación y centro de reflexión.

Uno de los problemas a los que se enfrenta el presidente chino es la corrupción en el Partido. “El Gobierno está haciendo un esfuerzo importante para dirigir este asunto. Es razonable decir que este es el paso decisivo para tomar la dirección que se demandaba desde hace tiempo”, apuntó Stephen Roach, miembro sénior del Instituto Jackson de la Universidad de Yale.

"No va a ser pan comido"

Xi recalcó en su discurso que  los objetivos que ha fijado para el país no serán “pan comido”. A Peter Frankopan, profesor de historia mundial en Oxford, lo que más le impresiona es que nunca subestima los desafíos a los que se enfrenta. “Es bastante sincero al explicar los asuntos y los problemas a abordar. No disfraza la realidad ni dibuja otra paralela donde todo es perfecto”, dijo Frankopan.

Wang Huiyao, asesor del Consejo de Estado, señaló a Xi como “tal vez el único líder preparado para mostrar una posición de liderazgo mundial”. En el pasado enero dio un discurso en el foro económico de Davos sobre la globalización. “Sus planes de futuro significan que esto ya no será más un congreso dirigido al PCCh, sino uno con ramificaciones mundiales y respaldado por iniciativas como la Franja y la Ruta o el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras”.