El OOCL Piraeus, construido hace poco por la naviera Orient Overseas Container Line, es uno de los buques portacontenedores más grandes del mundo. El pasado 10 de julio recibió un saludo de agua al llegar al puerto de El Pireo, en Grecia, uno de los mayores centros de operaciones de las economías involucradas en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés), en marcha desde hace 10 años.
El presidente chino, Xi Jinping, visitó en 2019 el puerto, que gestiona el gigante naviero chino Cosco y figura entre los más de 3.000 proyectos de cooperación que integran la BRI. En la última década, esta iniciativa ha impulsado de forma directa la construcción de diversos puertos, autopistas e infraestructuras de transportes por todo el mundo. También ha propiciado inversiones por valor de casi un billón de euros y la firma de más de 200 acuerdos de cooperación por parte de más de 150 países y 30 organizaciones internacionales.
“Además de ser un proyecto de gran envergadura que ha transformado la comunicación y la colaboración entre países, la Iniciativa de la Franja y la Ruta refleja el liderazgo y el compromiso de China a la hora de implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, afirma Siddharth Chatterjee, coordinador residente del Sistema de Desarrollo de Naciones Unidas en China.
“Gracias a su alcance y ambición, durante la última década la BRI se ha propuesto promover el crecimiento económico, la integración regional y el intercambio cultural en todo el mundo”, cuenta Chatterjee. “Tras desarrollar la mitad de mi carrera profesional en la ONU en África, lo he visto en primera persona”.
Wang Wen, decano ejecutivo del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China, apunta que la colaboración económica de la BRI en proyectos portuarios forma parte de su esfuerzo por ofrecer servicios públicos a escala internacional. Además, añade que Beijing no persigue una hegemonía financiera.
“China no busca ventajas geopolíticas, ni interfiere en los asuntos internos de sus países socios. Tampoco ha trasladado una crisis financiera a terceros ni ha diseñado un orden económico internacional basado en la desigualdad”, señala. “Al contrario, lo que China ha ofrecido a sus socios de la BRI son servicios financieros útiles, plataformas innovadoras que permiten la financiación y la inversión, productos financieros polivalentes, resultados que benefician a todos y capacidad para gestionar los riesgos a largo plazo”, matiza.
En Europa, Asia y África
La construcción del puerto de Gwadar, un proyecto emblemático de la Iniciativa de la Franja y La Ruta y del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC, por sus siglas en inglés), ha avanzado de manera notable en la última década. Según un editorial del periódico Pakistan Observer del 5 de agosto, todos los proyectos que están bajo el paraguas de la BRI y del CPEC, “contribuyen” al desarrollo socioeconómico de Pakistán. Además, el rotativo afirma que, sin la ayuda y la asistencia de China, construir el puerto de Gwadar habría sido “una tarea muy ardua”.
Yang Yundong, cónsul general de China en Karachi, recuerda que el nuevo aeropuerto internacional de Gwadar, una planta desalinizadora y el Hospital de la Amistad Chino-Pakistaní ya tienen fecha de finalización.
Por otro lado, en Trinidad y Tobago se ha terminado el polígono industrial Phoenix Park, el primer proyecto emblemático de la BRI en el Caribe.