La vida se ha vuelto más fácil para Pan Caijuan desde el pasado noviembre, cuando un servicio de mensajería urgente empezó a dar cobertura a su aldea. Como propietaria de un hotel familiar en Luci, una pequeña localidad del condado de Tonglu, en la provincia de Zhejiang, al este de China, una de sus rutinas diarias consiste en ir a hacer la compra para sus clientes. Puesto que son más baratas y ofrecen más opciones, depende en gran medida de las tiendas online.
Antes tenía que conducir hasta el pueblo más cercano para recoger sus pedidos, ya que solo los municipios de este rango administrativo, superior al de las aldeas e inferior al de los condados, contaban con este servicio. En ir y volver invertía alrededor de media hora. Ahora, desde que existe un punto de entrega en Luci, le basta con darse un paseo y apenas tarda unos minutos. “Es mucho más cómodo”, afirma Pan, que suele comprar por Internet la mayoría de los productos básicos para su familia y sus huéspedes y los recibe a los dos o tres días.
Como ella, muchas personas que viven en el campo se están beneficiando de que las redes de distribución hayan llegado hasta sus aldeas. Desde 2014, China está impulsando las entregas en las zonas rurales. Todas las regiones con rango de condado están cubiertas, así como el 98% de los pueblos. Sin embargo, el llamado “último kilómetro”, que discurre desde esos pueblos hasta las aldeas, es difícil de cubrir.
En 2020, la Oficina Estatal de Correos lanzó una campaña que se propone expandir la red de mensajería en tres años, de forma que las aldeas también reciban paquetes. Está dando sus frutos, ya que cerca del 30% de los 83.300 millones de los que se enviaron en China el año pasado se entregaron en zonas rurales. La cifra ha seguido creciendo de forma constante este año. Durante el primer semestre, se repartieron 20.000 millones de paquetes en el campo, lo que supone un aumento del 30% interanual y un tercio del volumen de todos los envíos que se realizaron en el país entre enero y junio.
El campo recibe pedidos
El condado de Tonglu, apodado “el hogar de la mensajería urgente privada”, ha sido uno de los pioneros a la hora de expandir la red. En junio, las 181 aldeas que lo integran tenían acceso a estos servicios. Cuatro gigantes de la industria –ZTO, YTO, STO y Yunda– empezaron aquí. Se da la circunstancia de que todos sus fundadores proceden de la zona.
No obstante, pese a que Tonglu fue una de las regiones que inauguraron el programa, no resulta sencillo llegar hasta todas sus aldeas. Se encuentran repartidas por un territorio muy amplio, lo que aumenta los costes de envío. Como se trata de una industria que depende del mercado y necesita ser rentable, las empresas privadas son reacias a establecerse en las zonas rurales, ya que no obtienen suficientes ganancias. Sin embargo, Tonglu resolvió este problema invitando a las autoridades públicas a formar parte del juego.
Según la oficina postal del condado, para solucionar el problema del “último kilómetro”, el Gobierno local ha creado una empresa que está asociada con distintos servicios de mensajería urgente. Los paquetes de las diferentes compañías llegan hasta las centralitas de los pueblos y, de ahí, los mensajeros de esta nueva compañía se encargan de transportarlos a las aldeas. Wang Wenke, funcionario de la Oficina de Correos de Tonglu, asegura que este sistema optimiza los viajes y reduce los costes.
En Luci, la aldea de Pan, el punto de entrega se encuentra en una de las salas de la sede del Gobierno local, donde los paquetes se organizan y colocan de forma ordenada en una balda. Hong Ya, empleada del Gobierno en la aldea, trabaja a tiempo parcial ayudando a recoger y enviar paquetes. “No siempre hay mucho jaleo”, cuenta Hong, que puede por ello dedicar parte de su tiempo a estas tareas. Le pagan entre 400 y 500 yuanes (52 y 65 euros) más al mes por hacerlas, lo que resulta más barato que contratar a una persona a jornada completa.
Un dron que viaja a domicilio
Desde que se inauguró el punto de entrega de paquetería en Luci, el servicio ha mejorado en esta aldea de la provincia de Zhejiang. Para Qiu Lei, gerente de un pequeño hotel de lujo situado en un valle cercano a la localidad, este sistema no solo hace que sea más cómodo enviar productos de la tierra a sus clientes, sino también comprar artículos de buena calidad por Internet. En junio se puso en práctica un programa piloto para entregar paquetes con drones y, a modo de prueba, algunos de ellos aterrizaron en el hotel de Qiu. Después de la experiencia, no tiene dudas: es mucho más cómodo recibir los pedidos en la puerta de casa.